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La violencia y el terrorismo en Nigeria y el Congo: un llamado a la acción frente al silencio internacional
Los recientes ataques en Nigeria y la República Democrática del Congo evidencian un grave problema de inseguridad en África que requiere atención urgente.
Publicado: 17 de noviembre de 2025, 20:56
En un contexto de creciente violencia en África, dos eventos recientes han puesto de manifiesto la gravedad de la situación. En la República Democrática del Congo, un ataque terrorista ocurrido en un hospital gestionado por una organización religiosa ha dejado 20 muertos, incluidos pacientes en condiciones vulnerables. Este ataque, realizado por terroristas afines al Estado Islámico, se sumó a la denuncia sobre el silencio internacional, considerado cómplice ante tales atrocidades.
Simultáneamente, en Nigeria, se reportó el secuestro de 25 alumnas de una escuela femenina, lo que refleja una crisis de seguridad persistente en el noroeste del país. Este suceso, que dejó un vicedirector muerto, se enmarca en un aumento de la criminalidad que afecta a la población, recordando el caso de Chibok en 2014. La situación en ambos países muestra cómo el terrorismo y la criminalidad organizada se han arraigado, generando un ciclo de violencia que solo se profundiza.
Las reacciones a estos eventos han sido limitadas y superficiales, dejando a millones de personas sin la asistencia adecuada. Es urgente un replanteamiento en las estrategias internacionales para abordar la violencia y la seguridad en el continente africano, ya que el silencio de la comunidad internacional intensifica la crisis humanitaria.
Simultáneamente, en Nigeria, se reportó el secuestro de 25 alumnas de una escuela femenina, lo que refleja una crisis de seguridad persistente en el noroeste del país. Este suceso, que dejó un vicedirector muerto, se enmarca en un aumento de la criminalidad que afecta a la población, recordando el caso de Chibok en 2014. La situación en ambos países muestra cómo el terrorismo y la criminalidad organizada se han arraigado, generando un ciclo de violencia que solo se profundiza.
Las reacciones a estos eventos han sido limitadas y superficiales, dejando a millones de personas sin la asistencia adecuada. Es urgente un replanteamiento en las estrategias internacionales para abordar la violencia y la seguridad en el continente africano, ya que el silencio de la comunidad internacional intensifica la crisis humanitaria.