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La Universidad de Cambridge revela el bajo precio de los bots en internet y su impacto en la desinformación electoral

Un nuevo índice muestra cómo la manipulación en línea se convierte en un negocio accesible en varios países, afectando la democracia.

Publicado: 15 de diciembre de 2025, 03:40

Un reciente estudio de la Universidad de Cambridge ha expuesto el alarmante costo de crear cuentas falsas en línea, revelando una economía clandestina que favorece la manipulación política. A través del Cambridge Online Trust and Safety Index (COTSI), se identificaron precios de verificación de cuentas en más de 500 plataformas, mostrando que en algunos países el coste puede ser tan bajo como ocho céntimos por verificación.

El estudio destaca la variación de precios de la verificación de cuentas entre diferentes países, como la diferencia entre Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos. A medida que se aproximan elecciones, se observa un aumento en la demanda de cuentas falsas, lo que plantea serias preocupaciones sobre el impacto de la desinformación en la ciudadanía y en los procesos electorales. También se señala la creciente influencia de la inteligencia artificial en la creación de bots, lo que complica aún más la detección de campañas masivas de desinformación.

Recientemente, diversos gobiernos han comenzado a abordar este problema mediante restricciones, siendo Australia el primer país en prohibir el acceso a redes sociales para menores de 16 años. Este veto, implementado para proteger la salud mental de los jóvenes, ha desatado un amplio debate sobre su efectividad y posibles repercusiones, incluida la migración a plataformas menos reguladas.

La comunidad académica advierte sobre la urgencia de implementar regulaciones más estrictas y sistemas de verificación para controlar el mercado de cuentas falsas, lo que es fundamental para preservar la integridad democrática a nivel global. Voces críticas advierten que el aislamiento impuesto por restricciones puede llevar a los jóvenes a entornos digitales más peligrosos, donde la desinformación y el ciberacoso son prevalentes, haciendo hincapié en la necesidad de una educación digital integral.