Progresista 100%Conservador 0%
La Unión Europea y Estados Unidos firman un controvertido acuerdo energético con implicaciones económicas y políticas
La UE se compromete a comprar 750.000 millones de dólares en energía a EE. UU. durante tres años, aumentando su dependencia energética.
Publicado: 29 de julio de 2025, 19:26
En un movimiento que ha generado controversia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmaron un acuerdo comercial que establece que la Unión Europea (UE) se compromete a comprar 750.000 millones de dólares en productos energéticos procedentes de EE. UU. en un plazo de tres años. Esta transacción busca reducir la dependencia del gas ruso tras la invasión de Ucrania, concentrando una mayor parte de las importaciones en gas licuado estadounidense (GNL).
El acuerdo incluye un arancel del 15% para las exportaciones europeas a EE. UU., visto como una victoria táctica frente a las amenazas iniciales de un recargo del 30%. Sin embargo, críticos advierten que el pacto podría resultar en una dependencia energética perjudicial para Europa. Datos alarmantes indican que España ha importado casi la mitad de su gas licuado de EE. UU. este año, superando las compras al mercado ruso, lo que ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad y viabilidad del acuerdo.
La reacción política ha sido intensa, con líderes de la oposición criticando el pacto como una entrega de la soberanía europea. Además, la inclusión de compromisos de gasto en armamento podría amenazar inversiones en energías renovables en Europa. En resumen, el acuerdo tiene implicaciones económicas y políticas significativas, generando un debate sobre la dependencia energética futura.
El acuerdo incluye un arancel del 15% para las exportaciones europeas a EE. UU., visto como una victoria táctica frente a las amenazas iniciales de un recargo del 30%. Sin embargo, críticos advierten que el pacto podría resultar en una dependencia energética perjudicial para Europa. Datos alarmantes indican que España ha importado casi la mitad de su gas licuado de EE. UU. este año, superando las compras al mercado ruso, lo que ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad y viabilidad del acuerdo.
La reacción política ha sido intensa, con líderes de la oposición criticando el pacto como una entrega de la soberanía europea. Además, la inclusión de compromisos de gasto en armamento podría amenazar inversiones en energías renovables en Europa. En resumen, el acuerdo tiene implicaciones económicas y políticas significativas, generando un debate sobre la dependencia energética futura.