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La Unión Europea presenta un nuevo presupuesto para 2028-2034 con recortes en fondos agrícolas, afectando a España
España pierde un 20% en ayudas regionales mientras se convierte en uno de los principales receptores de la UE.
Publicado: 19 de julio de 2025, 18:51
La Unión Europea ha desvelado su nuevo marco financiero para el periodo 2028-2034, generando reacciones mixtas en España. El presupuesto, que asciende a casi 2 billones de euros, incluye un recorte del 20% en los fondos agrícolas y los fondos estructurales destinados a España, totalizando 79.900 millones de euros en ayudas, lo que plantea serias preocupaciones para las comunidades autónomas y las regiones menos favorecidas.
La propuesta de la Comisión Europea, que no extenderá los fondos Next Generation más allá de 2026, implica una pérdida adicional significativa para España. A pesar de los recortes, el nuevo presupuesto busca simplificar el uso de fondos y mejorar la flexibilidad en la asignación, proyectando que España será uno de los principales receptores, con un total de 88.100 millones de euros.
El nuevo presupuesto contempla también la creación de un fondo voluntario denominado Catalyst Europe y un mecanismo de crisis para emergencias, aunque el acceso a estos recursos requerirá un consenso unánime. En resumen, España enfrentará el reto de adaptarse a la reducción de ayudas, mientras que busca maximizar los beneficios bajo las nuevas condiciones impuestas por Bruselas.
La propuesta de la Comisión Europea, que no extenderá los fondos Next Generation más allá de 2026, implica una pérdida adicional significativa para España. A pesar de los recortes, el nuevo presupuesto busca simplificar el uso de fondos y mejorar la flexibilidad en la asignación, proyectando que España será uno de los principales receptores, con un total de 88.100 millones de euros.
El nuevo presupuesto contempla también la creación de un fondo voluntario denominado Catalyst Europe y un mecanismo de crisis para emergencias, aunque el acceso a estos recursos requerirá un consenso unánime. En resumen, España enfrentará el reto de adaptarse a la reducción de ayudas, mientras que busca maximizar los beneficios bajo las nuevas condiciones impuestas por Bruselas.