Progresista 100%Conservador 0%
La UE simplifica las normas de sostenibilidad empresarial reduciendo obligaciones para numerosas empresas en medio de críticas.
Un reciente acuerdo del Parlamento Europeo y el Consejo de la UE busca recortar la burocracia para fomentar la competitividad.
Publicado: 19 de diciembre de 2025, 00:51
La reciente decisión de la Unión Europea de simplificar las normas de sostenibilidad para las empresas ha generado un amplio debate sobre sus implicaciones medioambientales y económicas. El acuerdo busca liberar a más del 80% de las empresas comunitarias de su obligación de informar sobre el impacto ambiental de sus operaciones, lo que se considera una medida para reducir la burocracia y promover la competitividad en la economía europea.
El nuevo acuerdo propone modificar la directiva sobre la Diligencia Debida Corporativa en Materia de Sostenibilidad, eximiendo a las empresas con menos de 5.000 empleados y ganancias inferiores a 1.500 millones de euros de cumplir con las exigencias de sostenibilidad, lo que favorece a muchas pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, este enfoque ha despertado preocupaciones en el ámbito ambiental, ya que críticos advierten que la desregulación podría afectar la transparencia y responsabilidad en las prácticas sostenibles.
El acuerdo requiere aún la aprobación formal del Parlamento y del Consejo de la UE, y representa un cambio significativo en la gestión de normativas de sostenibilidad, generando dudas sobre el compromiso de la Unión Europea con el Pacto Verde europeo.
El nuevo acuerdo propone modificar la directiva sobre la Diligencia Debida Corporativa en Materia de Sostenibilidad, eximiendo a las empresas con menos de 5.000 empleados y ganancias inferiores a 1.500 millones de euros de cumplir con las exigencias de sostenibilidad, lo que favorece a muchas pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, este enfoque ha despertado preocupaciones en el ámbito ambiental, ya que críticos advierten que la desregulación podría afectar la transparencia y responsabilidad en las prácticas sostenibles.
El acuerdo requiere aún la aprobación formal del Parlamento y del Consejo de la UE, y representa un cambio significativo en la gestión de normativas de sostenibilidad, generando dudas sobre el compromiso de la Unión Europea con el Pacto Verde europeo.