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La UE se divide entre negociación y represalias frente a la amenaza de aranceles del 30% de Trump

Mientras algunos países abogan por intensificar las negociaciones, otros consideran necesario mostrar firmeza ante las presiones económicas de Estados Unidos.

Publicado: 15 de julio de 2025, 06:53

La amenaza de Donald Trump de imponer un arancel del 30% a todas las importaciones desde la Unión Europea ha generado un intenso debate y división entre los Estados miembros del bloque comunitario, que buscan la mejor forma de responder a esta acción que podría alterar gravemente su comercio con Estados Unidos.

El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, ha subrayado que un arancel del 30% sería "prohibitivo" y afectaría de manera significativa la relación comercial entre la UE y Estados Unidos. A pesar de la presión y las tensiones generadas por la misiva de Trump, la mayoría de los miembros de la UE, incluyendo a países como Alemania e Italia, parecen favorecer una estrategia de negociación, buscando llegar a un acuerdo que evite una guerra comercial.

Sin embargo, otros países, principalmente Francia, han comenzado a presionar para cambiar esa estrategia de "cabeza fría". La situación es cada vez más crítica, y con los días contados para el 1 de agosto, la presión aumenta sobre los líderes europeos para que logren un consenso sobre la respuesta que darán a la amenaza de Trump, conscientes de que una guerra comercial podría tener repercusiones negativas para ambas partes. Recientemente, Bruselas ha definido una nueva lista de productos de Estados Unidos a los que podría aplicar aranceles por valor de 72.000 millones de euros. Esta acción se produce en medio de las negociaciones y es un intento de evitar una guerra comercial total, con un enfoque más realista y menos agresivo que la lista inicial de 95.000 millones. Los productos afectados incluirían aviones de Boeing, automóviles y otras importaciones clave, lo que podría tener un impacto directo en la economía estadounidense. Además, los países como Alemania y otros confían en que se podrá llegar a un acuerdo antes del 1 de agosto para evitar que estas medidas se implementen. Por su parte, los exportadores españoles también se ven obligados a afinar su ingeniería aduanera. Según un informe de KPMG, la nueva normativa arancelaria ha forzado a las empresas a optimizar sus ventas y extremar precauciones ante un aumento de los controles. KPMG ha presentado una guía para ayudar a los exportadores a mitigar el impacto de los aranceles mediante una correcta clasificación, origen y valoración de productos, buscando evitar sanciones y reducir costes. Asimismo, mientras la Asociación Empresarial Eólica y el Foro Eólico Marino advierten que el retraso en el desarrollo de la eólica marina en España puede llevar a una fuga de inversiones hacia países vecinos, también es clave que la UE establezca un enfoque robusto para afrontar estas amenazas externas. Francia, por ejemplo, ha agilizado sus planes para desarrollar su capacidad eólica marina, lo que podría generar una competencia directa para España en el sector energético.