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La UE ajusta aranceles y se prepara para una firme respuesta ante la extorsión comercial de Trump
Bruselas redefine su estrategia comercial mientras el exjefe de Comercio de la UE advierte sobre la necesidad de medidas más contundentes.
Publicado: 16 de julio de 2025, 20:20
La Unión Europea (UE) se enfrenta a un delicado momento en sus negociaciones comerciales con Estados Unidos, ante las amenazas del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 30% a las importaciones europeas. En respuesta a esta presión, la Comisión Europea ha comenzado a reducir el alcance de su lista de aranceles represivos, afectando un total de 72.000 millones de euros en comparación con los 95.000 millones originales.
El exdirector de Comercio de la Comisión Europea, Jean-Luc Demarty, ha expresado su preocupación por la falta de voluntad de Trump para llegar a un acuerdo justo, describiendo su estrategia como una 'extorsión mafiosa'. Demarty ha enfatizado que la UE debe estar preparada para implementar medidas robustas según el instrumento contra la coerción establecido en 2023, que incluiría limitaciones en el acceso a licitaciones públicas y restricciones al comercio de servicios.
Además, se estima que cerca de 500 empresas españolas se verán directamente afectadas por esta medida, enfrentándose a pérdidas que podrían alcanzar los 18.179 millones de euros si se aplica el arancel del 30% anunciado por Trump. A partir del 1 de agosto, si se imponen estos aranceles, algunas empresas podrían optar por trasladar su producción a Estados Unidos o a países con aranceles más bajos, lo que podría llevar a la eliminación del 'made in Spain' en muchos productos.KPMG advierte que esta estrategia de trasladar la producción podría derivar en situaciones de fraude aduanero si no se cumplen las normativas pertinentes.
La situación actual plantea la posibilidad de que las negociaciones se deterioren en una guerra comercial, un desenlace que podría resultar costoso, especialmente para Estados Unidos. El ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, ha sugerido crear un plan de ayudas europeas para compensar a los sectores más perjudicados. Por su parte, Ursula von der Leyen ha optado por mantener la negociación activa, aunque ha manifestado la disposición de la UE para implementar contramedidas si es necesario, que podrían incluir aranceles sobre productos estadounidenses por valor de hasta 72.000 millones de euros, resaltando el impacto inflacionario de tales medidas en la economía europea.
Esta escalada en las tensiones comerciales se produce en un contexto global complicado, y diversos analistas prevén que la UE, afectada por las represalias de Estados Unidos, puede experimentar un aumento en la inflación y un crecimiento más lento en su economía. La respuesta de la UE será clave para el futuro de las relaciones comerciales transatlánticas en un contexto global marcado por crecientes tensiones.
El exdirector de Comercio de la Comisión Europea, Jean-Luc Demarty, ha expresado su preocupación por la falta de voluntad de Trump para llegar a un acuerdo justo, describiendo su estrategia como una 'extorsión mafiosa'. Demarty ha enfatizado que la UE debe estar preparada para implementar medidas robustas según el instrumento contra la coerción establecido en 2023, que incluiría limitaciones en el acceso a licitaciones públicas y restricciones al comercio de servicios.
Además, se estima que cerca de 500 empresas españolas se verán directamente afectadas por esta medida, enfrentándose a pérdidas que podrían alcanzar los 18.179 millones de euros si se aplica el arancel del 30% anunciado por Trump. A partir del 1 de agosto, si se imponen estos aranceles, algunas empresas podrían optar por trasladar su producción a Estados Unidos o a países con aranceles más bajos, lo que podría llevar a la eliminación del 'made in Spain' en muchos productos.KPMG advierte que esta estrategia de trasladar la producción podría derivar en situaciones de fraude aduanero si no se cumplen las normativas pertinentes.
La situación actual plantea la posibilidad de que las negociaciones se deterioren en una guerra comercial, un desenlace que podría resultar costoso, especialmente para Estados Unidos. El ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, ha sugerido crear un plan de ayudas europeas para compensar a los sectores más perjudicados. Por su parte, Ursula von der Leyen ha optado por mantener la negociación activa, aunque ha manifestado la disposición de la UE para implementar contramedidas si es necesario, que podrían incluir aranceles sobre productos estadounidenses por valor de hasta 72.000 millones de euros, resaltando el impacto inflacionario de tales medidas en la economía europea.
Esta escalada en las tensiones comerciales se produce en un contexto global complicado, y diversos analistas prevén que la UE, afectada por las represalias de Estados Unidos, puede experimentar un aumento en la inflación y un crecimiento más lento en su economía. La respuesta de la UE será clave para el futuro de las relaciones comerciales transatlánticas en un contexto global marcado por crecientes tensiones.