La sombra de Jeffrey Epstein amedrenta a Donald Trump y desgasta a su base de seguidores MAGA

La reciente controversia en torno a la figura de Jeffrey Epstein ha vuelto a poner a Donald Trump en el punto de mira, afectando su relación con una base de seguidores que hasta ahora había sido inquebrantable. La conexión previa de Trump con Epstein ha hecho surgir preguntas incómodas sobre la transparencia y la honestidad en su liderazgo. Trump se enfrenta a una crisis interna sin precedentes en su movimiento MAGA, intensificada desde que la fiscal general Pam Bondi solicitó la divulgación de documentos del gran jurado en el caso Epstein. Esta maniobra fue interpretada por algunos de sus seguidores como un intento de desviar el foco de atención del asunto. El descontento en su base se manifiesta de formas inusitadas, incluyendo la quema de gorras MAGA en señal de protesta, marcando un cambio en la dinámica de apoyo a Trump.

La revelación de que Trump había deseado que sus seguidores enterraran el tema de Epstein, refiriéndose sarcásticamente a él como 'un tipo que nunca muere', muestra sus intentos de distanciarse que no han calado hondo. La complejidad de esta situación sigue desarrollándose, planteando un futuro incierto tanto para Trump como para el proyecto político que encabeza. Enfrentar a su propia base es un desafío que podría tener consecuencias de largo alcance en su carrera política.