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La situación de Pedro Sánchez al cumplirse dos años de su mandato: crisis de corrupción y desafíos en la coalición

A pesar del asedio político, el presidente del Gobierno busca pasar la legislatura hasta 2027 ante la presión de la oposición y casos de corrupción.

Publicado: 23 de julio de 2025, 20:00

Este miércoles se cumplen dos años desde las elecciones generales del 23 de julio de 2023, marcando la mitad del mandato de Pedro Sánchez. En este período, su Gobierno ha enfrentado significativos obstáculos, incluyendo una creciente crisis de corrupción que ha afectado a altos funcionarios del PSOE y ha erosionado la confianza de sus socios de investidura.

Desde que asumió el cargo, Sánchez ha estado obligado a realizar múltiples concesiones a sus aliados políticos, especialmente a Junts, lo que ha llevado a una entrega de poderes que ha generado controversia tanto dentro como fuera del partido. Este compromiso con los nacionalistas ha incluido medidas como la conocida amnistía, que provocaron no solo una respuesta crítica desde la oposición, sino también protestas masivas en las calles.

Pese a estos desafíos, Sánchez ha expresado su intención de continuar su mandato hasta 2027. Últimamente, ha confiado en que las buenas noticias sobre la economía, que ha destacado como una de las mejores del mundo bajo su administración, pueden ayudar a contrarrestar los ataques de la oposición. En ese contexto, la relación del Ejecutivo con sus socios de coalición se ha tornado tensa, y recientemente, el presidente ha anunciado que se estudiarán las reformas fiscales impulsadas por Montoro que beneficiaron a ciertas empresas para revertir esos privilegios. Este anuncio ha sido interpretado como un intento de retomar la iniciativa en medio de la tormenta de corrupción que ha salpicado al Gobierno.

Además, Sánchez ha manifestado que está dispuesto a estudiar cómo se puede proceder para revertir ayudas legislativas cuestionadas y asegurar que, en su opinión, “no es cuestión de empatar, porque el PP gana por goleada” en términos de casos de corrupción.

En un tono optimista, ha afirmado que se siente “fuerte” y con “las pilas cargadas”, a pesar del desgaste que ha sentido por el informe Cerdán y las tensiones con algunos de sus socios. Recordó que “la corrupción no es un fenómeno sistémico en su partido como lo es en el PP”, y argumentó que la corrupción, aunque lamentable, no debería opacar la acción de un Gobierno que ha logrado avances significativos en creación de empleo y crecimiento económico.

Sin embargo, el clima político sigue siendo tenso. En un reciente debate en el Congreso, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha atacado duramente al Gobierno, señalando que la llegada de inmigrantes irreales y otros temas de calado deberían ser abordados con urgencia. El conflicto interno crece con las críticas de diversos frentes políticos, especialmente tras la reciente dimisión de Noelia Núñez en el PP por falsificación de currículum, un tema que ha acaparado la atención mediática y político-social.

Así, el futuro de la legislatura está condicionado a la capacidad de Sánchez de articular el apoyo necesario para avanzar en la agenda legislativa y enfrentar las presiones de sus aliados para que se presenten los nuevos presupuestos. El sentimiento de que, pese a las adversidades, hay una oportunidad para avanzar permanece en el aire, aunque las dificultades son palpables.