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La salud mental en España: crisis en atención y el impacto del teletrabajo tras la pandemia
Una de cada cuatro personas en Cataluña padece malestar emocional mientras el teletrabajo ha exacerbado el aislamiento y las dificultades psicológicas
Publicado: 11 de julio de 2025, 19:58
En España, la salud mental se ha convertido en un tema candente en los últimos años, especialmente tras las secuelas psicológicas de la pandemia de COVID-19. En Cataluña, un reciente informe revela que aproximadamente el 25% de los catalanes experimenta malestar emocional, con un 10% de la población diagnosticada con depresión moderada o grave. Estos datos se suman a un aumento alarmante en las consultas de salud mental en atención primaria, enfocándose en trastornos como la ansiedad y el insomnio.
La crisis sanitaria de 2020 ha dejado secuelas significativas, exacerbando problemas preexistentes y haciendo evidente la falta de recursos en salud mental. Según el neuropsicólogo Óscar Pino López, la salud mental ha sido históricamente desatendida, lo que ha llevado a muchas personas a recurrir a la atención privada, una opción costosa que no todos pueden permitirse. En Cataluña, el ratio de psicólogos es significativamente bajo en comparación con la media europea, lo que ha generado largas esperas para atención psicológica en el sistema público.
Paralelamente, el teletrabajo se ha instaurado como una modalidad laboral que, aunque ofrece ventajas como mejor conciliación de la vida laboral y personal, también ha traído consigo desafíos. Un estudio de la plataforma Unobravo informa que el 21% de los teletrabajadores siente que su salud mental se ha visto afectada negativamente, reportando problemas como el aumento de la soledad y la dificultad para desconectarse del trabajo. Este nuevo contexto laboral y social presenta un doble desafío: mejorar los recursos y la atención en salud mental, y abordar el impacto de las modalidades laborales modernas.
La crisis sanitaria de 2020 ha dejado secuelas significativas, exacerbando problemas preexistentes y haciendo evidente la falta de recursos en salud mental. Según el neuropsicólogo Óscar Pino López, la salud mental ha sido históricamente desatendida, lo que ha llevado a muchas personas a recurrir a la atención privada, una opción costosa que no todos pueden permitirse. En Cataluña, el ratio de psicólogos es significativamente bajo en comparación con la media europea, lo que ha generado largas esperas para atención psicológica en el sistema público.
Paralelamente, el teletrabajo se ha instaurado como una modalidad laboral que, aunque ofrece ventajas como mejor conciliación de la vida laboral y personal, también ha traído consigo desafíos. Un estudio de la plataforma Unobravo informa que el 21% de los teletrabajadores siente que su salud mental se ha visto afectada negativamente, reportando problemas como el aumento de la soledad y la dificultad para desconectarse del trabajo. Este nuevo contexto laboral y social presenta un doble desafío: mejorar los recursos y la atención en salud mental, y abordar el impacto de las modalidades laborales modernas.