La ruptura entre Vox y Revuelta desata un escándalo de corrupción y mala gestión en la organización juvenil del partido ultraderechista

En un giro inesperado dentro de la formación política Vox, la ruptura con su organización juvenil Revuelta ha puesto de manifiesto una serie de acusaciones de corrupción y mala gestión que han desatado un importante escándalo en el ámbito político español. Revuelta se ha visto envuelta en un conflicto tras sospechas de desvío de fondos destinados a ayudar a los damnificados por la dana en la Comunidad Valenciana.

Las denuncias surgieron después de que Arturo Villarroya, vicepresidente de Revuelta, presentara su queja sobre la falta de transparencia en la gestión económica de la organización. Las afirmaciones incluyeron acusaciones sobre el uso indebido de fondos que estaban destinados a la ayuda a las víctimas de la dana. Vox respondió lanzando una denuncia contra Revuelta y destacando que no forman parte de su estructura, mientras los audios publicados han añadido más controversia al mostrar discusiones sobre cómo gestionar el escándalo interno.

La relación entre Revuelta y la secta ultraconservadora El Yunque ha sido un tema recurrente en esta crisis, que ha impactado negativamente la popularidad de la organización juvenil y ha generado una crisis de confianza entre los votantes de Vox, quienes cuestionan el futuro del partido en este contexto de acusaciones y conflictos internos.