Progresista 100%Conservador 0%
La renuncia de Pere Aragonès al sueldo de expresident provoca un nuevo debate sobre las retribuciones de exlíderes en Cataluña
Artur Mas y José Montilla explican las razones de Aragonès, mientras el debate político sobre los salarios de expresidentes se reactiva.
Publicado: 17 de septiembre de 2025, 19:56
Pere Aragonès, expresident de la Generalitat de Cataluña, ha decidido renunciar a su sueldo como expresidente, lo que ha suscitado un renovado debate político en la comunidad. Artur Mas y José Montilla han compartido sus opiniones sobre esta decisión; Mas argumenta que la juventud de Aragonès y su compromiso con su empresa familiar son factores clave, mientras que Montilla lo respalda, sugiriendo que su edad influyó en su decisión de continuar trabajando en lugar de aceptar el sueldo de expresident, que podría haber sido de 93.000 euros al mes durante cuatro años.
La decisión de Aragonès no solo destaca su postura personal, sino que también ha reavivado un debate en el Parlament sobre la necesidad de reevaluar las retribuciones de exlíderes, lo cual ha estado en la agenda política durante años. Se han comenzado a discutir posibles actualizaciones, aunque los socialistas argumentan que no es necesario modificar la ley en este momento, mientras que la oposición, incluyendo al PPC y la CUP, critica las altas retribuciones como un desajuste con la realidad económica actual.
Con su decisión de renunciar al sueldo, Aragonès ha sido aplaudido por su gesto, pero esto también ha reabierto un debate más amplio sobre los privilegios de los expresidentes, visto como inadecuado por muchos en el contexto de la actual crisis económica.
La decisión de Aragonès no solo destaca su postura personal, sino que también ha reavivado un debate en el Parlament sobre la necesidad de reevaluar las retribuciones de exlíderes, lo cual ha estado en la agenda política durante años. Se han comenzado a discutir posibles actualizaciones, aunque los socialistas argumentan que no es necesario modificar la ley en este momento, mientras que la oposición, incluyendo al PPC y la CUP, critica las altas retribuciones como un desajuste con la realidad económica actual.
Con su decisión de renunciar al sueldo, Aragonès ha sido aplaudido por su gesto, pero esto también ha reabierto un debate más amplio sobre los privilegios de los expresidentes, visto como inadecuado por muchos en el contexto de la actual crisis económica.