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La relación entre Trump y Putin se tensa por sanciones y la cancelación de la cumbre en Budapest
Las sanciones impuestas por Estados Unidos a petroleras rusas marcan un giro en la estrategia de Trump hacia Moscú
Publicado: 26 de octubre de 2025, 07:43
La relación entre Donald Trump y Vladímir Putin atraviesa una de sus mayores crisis debido a las sanciones recientes impuestas por Estados Unidos a las petroleras rusas, Rosneft y Lukoil. Estas sanciones han sido vistas por Moscú como actos hostiles y han llevado a la cancelación de una cumbre programada en Budapest, donde la administración Trump, que anteriormente mantenía una postura conciliadora ante Rusia, busca ahora resultados concretos.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que la cumbre habría sido 'una pérdida de tiempo', lo que refleja un descontento acumulado en los contactos bilaterales. La respuesta de Moscú, a través de Medvédev, caracterizando las sanciones de EE.UU. como un acto de guerra, señala un endurecimiento en la comunicación entre ambos países, que también comparte una narrativa más agresiva desde la prensa rusa.
A pesar del clima de tensión marcado por la cancelación de la cumbre y las sanciones, analistas creen que una ruptura total en la relación entre Trump y Putin no es previsible, ya que ambos líderes pueden encontrar beneficios en ciertos niveles de cooperación. Sin embargo, la falta de entendimiento mutuo podría llevar a un distanciamiento diplomático que impacte en la situación en Ucrania. El distanciamiento entre Trump y Putin ha crecido esta semana después de que EE.UU. aprobara sanciones contra las dos mayores petroleras rusas, Lukoil y Rosneft. Trump ha expresado que no permitirá que el tiempo se desperdicie en reuniones sin un claro camino hacia la paz en Ucrania. Además, Trump ha declarado que es decepcionante no haber alcanzado un acuerdo con Putin, especialmente tras la percepción de no haber recibido el interés necesario de Moscú para negociar.
En este contexto, mientras Trump se destaca internacionalmente como mediador en otros conflictos, como el reciente acuerdo de paz entre Tailandia y Camboya, el contraste en su relación con Putin se vuelve evidente. La presión ejercida sobre ambos países con sanciones y aranceles también refleja una estrategia más dura de la administración Trump, que agudiza la tensión y mejora la imagen del presidente frente a su base electoral, que aprecia su disposición a actuar contra lo que considera agresiones.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que la cumbre habría sido 'una pérdida de tiempo', lo que refleja un descontento acumulado en los contactos bilaterales. La respuesta de Moscú, a través de Medvédev, caracterizando las sanciones de EE.UU. como un acto de guerra, señala un endurecimiento en la comunicación entre ambos países, que también comparte una narrativa más agresiva desde la prensa rusa.
A pesar del clima de tensión marcado por la cancelación de la cumbre y las sanciones, analistas creen que una ruptura total en la relación entre Trump y Putin no es previsible, ya que ambos líderes pueden encontrar beneficios en ciertos niveles de cooperación. Sin embargo, la falta de entendimiento mutuo podría llevar a un distanciamiento diplomático que impacte en la situación en Ucrania. El distanciamiento entre Trump y Putin ha crecido esta semana después de que EE.UU. aprobara sanciones contra las dos mayores petroleras rusas, Lukoil y Rosneft. Trump ha expresado que no permitirá que el tiempo se desperdicie en reuniones sin un claro camino hacia la paz en Ucrania. Además, Trump ha declarado que es decepcionante no haber alcanzado un acuerdo con Putin, especialmente tras la percepción de no haber recibido el interés necesario de Moscú para negociar.
En este contexto, mientras Trump se destaca internacionalmente como mediador en otros conflictos, como el reciente acuerdo de paz entre Tailandia y Camboya, el contraste en su relación con Putin se vuelve evidente. La presión ejercida sobre ambos países con sanciones y aranceles también refleja una estrategia más dura de la administración Trump, que agudiza la tensión y mejora la imagen del presidente frente a su base electoral, que aprecia su disposición a actuar contra lo que considera agresiones.