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La psicología detrás de no querer armar el árbol de Navidad: razones emocionales y perfiles de personalidad en las celebraciones
La conexión con las festividades puede evocar diferentes emociones y presiones en las personas, llevando a algunos a evitar esta tradición
Publicado: 9 de diciembre de 2025, 16:49
La época navideña suele estar marcada por la ilusión y la alegría, sin embargo, no todos ven con buenos ojos la tradición de armar el árbol de Navidad. La psicología ofrece diversas explicaciones para este fenómeno, ya que aunque para algunos la decoración navideña representa felicidad y unión familiar, para otros puede evocar recuerdos melancólicos, estrés o sentimientos de tristeza.
Aspectos relevantes destacan cómo la adultez cambia la perspectiva hacia las fiestas, revelando que la carga emocional puede volverse abrumadora, y algunas personas optan por no montar el árbol como una estrategia de autocuidado. Los psicólogos identifican perfiles de personalidad que explican diferentes reacciones ante las celebraciones, encontrando que la presión social puede intensificar estas experiencias.
Los expertos sugieren que para transitar la Navidad de manera saludable, es clave establecer prioridades y repartir responsabilidades. Reconocer que el sentido de la Navidad no depende solo de la decoración, sino de la calidad de los vínculos interpersonales, puede ayudar a encontrar formas de celebrar que se alineen con las necesidades de cada persona.
Aspectos relevantes destacan cómo la adultez cambia la perspectiva hacia las fiestas, revelando que la carga emocional puede volverse abrumadora, y algunas personas optan por no montar el árbol como una estrategia de autocuidado. Los psicólogos identifican perfiles de personalidad que explican diferentes reacciones ante las celebraciones, encontrando que la presión social puede intensificar estas experiencias.
Los expertos sugieren que para transitar la Navidad de manera saludable, es clave establecer prioridades y repartir responsabilidades. Reconocer que el sentido de la Navidad no depende solo de la decoración, sino de la calidad de los vínculos interpersonales, puede ayudar a encontrar formas de celebrar que se alineen con las necesidades de cada persona.