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La próxima semana el Congreso votará la enmienda a la reducción de la jornada laboral tras meses de negociaciones entre los partidos
La iniciativa estrella del Ministerio de Trabajo, impulsada por Yolanda Díaz, se someterá a su primer examen parlamentario el miércoles 10 de septiembre.
Publicado: 2 de septiembre de 2025, 19:41
La propuesta de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales enfrentará su primer examen en el Congreso de los Diputados el próximo miércoles 10 de septiembre, tras un periodo de negociación y búsqueda de apoyos parlamentarios. Junts ha mantenido su negativa a respaldar el proyecto, lo que llevó a la Junta de Portavoces a precipitar la votación. Es crucial para más de 12 millones de trabajadores, en un contexto donde los grupos parlamentarios deberán posicionarse sobre esta medida, que algunos consideran un derecho.
El debate inicial se pospuso para permitir más negociaciones, pero ha crecido la presión para que se retire la enmienda a la totalidad presentada por PP, Vox y Junts, quienes argumentan que la reducción podría perjudicar a las pequeñas y medianas empresas. Con la urgencia de los trabajadores en mente, el Ministerio ha afirmado que el debate ya no admite aplazamientos, lo que añade tensión a la relación entre el Gobierno y la oposición.
La votación podría afectar la credibilidad política del Gobierno y es vista como una de las reformas más esperadas. Los observadores creen que una derrota en esta votación podría impactar otras iniciativas legislativas futuras, mientras que trabajadores y sindicatos han mostrado un fuerte apoyo a esta medida, que responde a las crecientes demandas de mejora en la carga laboral y condiciones de trabajo.
El debate inicial se pospuso para permitir más negociaciones, pero ha crecido la presión para que se retire la enmienda a la totalidad presentada por PP, Vox y Junts, quienes argumentan que la reducción podría perjudicar a las pequeñas y medianas empresas. Con la urgencia de los trabajadores en mente, el Ministerio ha afirmado que el debate ya no admite aplazamientos, lo que añade tensión a la relación entre el Gobierno y la oposición.
La votación podría afectar la credibilidad política del Gobierno y es vista como una de las reformas más esperadas. Los observadores creen que una derrota en esta votación podría impactar otras iniciativas legislativas futuras, mientras que trabajadores y sindicatos han mostrado un fuerte apoyo a esta medida, que responde a las crecientes demandas de mejora en la carga laboral y condiciones de trabajo.