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La propuesta de paz de Trump para Gaza enfrenta oposición interna en Hamás y el resurgimiento de milicias respaldadas por Israel
La inestabilidad en Gaza complica la implementación del plan propuesto por Estados Unidos, mientras Hamás exige garantías para su aceptación.
Publicado: 2 de octubre de 2025, 19:11
El reciente plan de paz de Donald Trump para la Franja de Gaza ha generado un intenso debate y división dentro de Hamás, mientras que la situación en el territorio se ve afectada por la aparición de milicias armadas que cuentan con el apoyo de Israel y por la presión internacional sobre el grupo para aceptar ciertas condiciones de la propuesta. Este plan, que propone una serie de medidas para alcanzar la paz en la región, ha sido recibido con escepticismo y resistencia tanto por parte de la milicia palestina como por los actores internacionales involucrados.
A medida que se dan los últimos toques a la propuesta de Trump, se hacen evidentes las fracturas internas dentro de Hamás. Hay facciones que abogan por aceptar el plan sin condiciones, pero otras mantienen una postura más cautelosa, exigiendo un calendario claro para la retirada de las tropas israelíes y garantías de cumplimiento. Esto refleja la falta de confianza en las promesas israelíes. Recientemente, se ha informado que Hamás está considerando enmiendas clave al plan de Trump, presionada por países como Turquía y Qatar, aunque la exigencia de desarme sigue siendo un punto conflictivo. Esta situación se complica aún más por el resurgimiento de milicias en Gaza que están sustituyendo a Hamás en varias áreas, lo que podría desestabilizar aún más la región.
El plazo para que Hamás acepte el plan se acerca, y la comunidad internacional observa con atención las reacciones del grupo. A este respecto, la Casa Blanca indicó que Trump será quien fije el tiempo que le dará a Hamás para aceptar la propuesta, que incluye un cese al fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes israelíes en un plazo de 72 horas, la retirada gradual de las fuerzas militares israelíes de Gaza y la creación de una administración internacional para el territorio en la que se sugiere un papel para importantes figuras internacionales como Tony Blair. A pesar de ello, la aceptación del plan por parte de Hamás conlleva el riesgo de que se le interpongan condiciones que podrían no gustar a sus miembros internos.
En medio de las presiones, algunos líderes árabes instan a Hamás a aceptar la propuesta de Trump para poner fin al conflicto. Mientras tanto, los analistas subrayan que la falta de claridad en varios aspectos del plan, combinada con la negativa a desarmar a las fuerzas de resistencia, pone a Hamás delante de un dilema complejo. Para muchos, la propuesta de paz de Trump, aunque imperfecta, es vista como la oportunidad más ambiciosa en años para lograr una tregua duradera, dejándolo a la vez en un punto crítico donde el futuro de Gaza depende en buena medida de las decisiones de Hamás ante este ultimátum.
A medida que se dan los últimos toques a la propuesta de Trump, se hacen evidentes las fracturas internas dentro de Hamás. Hay facciones que abogan por aceptar el plan sin condiciones, pero otras mantienen una postura más cautelosa, exigiendo un calendario claro para la retirada de las tropas israelíes y garantías de cumplimiento. Esto refleja la falta de confianza en las promesas israelíes. Recientemente, se ha informado que Hamás está considerando enmiendas clave al plan de Trump, presionada por países como Turquía y Qatar, aunque la exigencia de desarme sigue siendo un punto conflictivo. Esta situación se complica aún más por el resurgimiento de milicias en Gaza que están sustituyendo a Hamás en varias áreas, lo que podría desestabilizar aún más la región.
El plazo para que Hamás acepte el plan se acerca, y la comunidad internacional observa con atención las reacciones del grupo. A este respecto, la Casa Blanca indicó que Trump será quien fije el tiempo que le dará a Hamás para aceptar la propuesta, que incluye un cese al fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes israelíes en un plazo de 72 horas, la retirada gradual de las fuerzas militares israelíes de Gaza y la creación de una administración internacional para el territorio en la que se sugiere un papel para importantes figuras internacionales como Tony Blair. A pesar de ello, la aceptación del plan por parte de Hamás conlleva el riesgo de que se le interpongan condiciones que podrían no gustar a sus miembros internos.
En medio de las presiones, algunos líderes árabes instan a Hamás a aceptar la propuesta de Trump para poner fin al conflicto. Mientras tanto, los analistas subrayan que la falta de claridad en varios aspectos del plan, combinada con la negativa a desarmar a las fuerzas de resistencia, pone a Hamás delante de un dilema complejo. Para muchos, la propuesta de paz de Trump, aunque imperfecta, es vista como la oportunidad más ambiciosa en años para lograr una tregua duradera, dejándolo a la vez en un punto crítico donde el futuro de Gaza depende en buena medida de las decisiones de Hamás ante este ultimátum.