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La presión de Trump sobre las farmacéuticas trae incertidumbre en los precios de medicamentos en Europa y Estados Unidos

Las multinacionales expresan su preocupación al gobierno español y comienzan a ajustar precios y estrategias en respuesta a las políticas de la Casa Blanca.

Publicado: 6 de octubre de 2025, 06:46

En 2025, la industria farmacéutica enfrenta un importante desafío debido a las políticas de la administración Trump que están generando inquietud en el sector. Los actores clave de la industria han manifestado su desasosiego a las autoridades de varios países, incluida España, ante la posibilidad de que sus decisiones sobre precios y lanzamientos de nuevos productos se vean gravemente afectadas por las decisiones del mandatario estadounidense.

Las farmacéuticas han expresado que la llegada de Trump ha cambiado drásticamente el panorama, imbuido por su política de 'America First'. Esta política incluye exigencias de precios más bajos para los medicamentos en EE UU, buscando igualar los precios europeos o incluso hacerlos más bajos. Empresas como Pfizer han comenzado a aceptar estas normativas, convirtiéndose en la primera en aplicar cláusulas para rebajar los costos de medicamentos en EE UU, generando un ahorro del 50% para los pacientes. Por otro lado, Bristol Myers Squibb (BMS) ha anunciado un nuevo tratamiento para la esquizofrenia llamado Cobenfy, el cual se venderá en el Reino Unido al mismo precio que en EE UU (aproximadamente 1.600 euros mensuales), lo que muestra que está dispuesta a tomar decisiones extremas si no se satisfacen sus demandas de precios. 

La estrategia de presión es clara: la administración Trump está instando a las farmacéuticas para que incrementen los precios en Europa, lo que implica una transferencia de costos hacia el Viejo Continente. Las negociaciones con las compañías, que tienen lugar bajo la cláusula de 'nación más favorecida', buscan asegurar que los estadounidenses no paguen más por medicamentos que los europeos. Pfizer y otras multinacionales como Novartis están ya revisando sus tarifas europeas, temiendo repercusiones en su operación en EE UU. Además, según datos de Farmaindustria, el mercado estadounidense representa el 55% del monto de las ventas mundiales de las terapias innovadoras, lo que resalta la dependencia europea de este mercado y la presión que eso representa para el sistema sanitario en Europa.

Las preocupaciones por las medidas de Trump no solo se limitan a las farmacéuticas estadounidenses, ya que estas decisiones pueden impactar a empresas europeas que dependen de un fuerte mercado en EE UU. Se teme que algunas de estas compañías puedan retrasar sus lanzamientos en Europa o decidir no introducir nuevos productos, lo que afectaría la disponibilidad de medicamentos en ese continente. Los representantes de la industria farmacéutica están claramente entre la espada y la pared, luchando por mantener sus beneficios en un entorno que se vuelve cada vez más hostil. Fuentes del Departamento de Comercio de EE UU han comenzado a coordinarse con gobiernos europeos para armonizar los precios de los medicamentos, lo que podría traducirse en un aumento significativo de los costos para los sistemas sanitarios europeos.