Progresista 50%Conservador 50%
La presidenta del CGPJ rechaza la dimisión de José María Fernández Seijo en medio de una crisis de poder interno
Isabel Perelló considera que la implicación del vocal progresista es suficiente para mantener su cargo a pesar de la renuncia presentada.
Publicado: 10 de diciembre de 2025, 17:13
La presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Isabel Perelló, ha decidido rechazar la renuncia presentada por José María Fernández Seijo, un vocal clave del sector progresista, en el contexto de una crisis interna provocada por un nuevo reparto de poder en el órgano de gobierno de los jueces. Perelló argumentó que la implicación y dedicación de Fernández Seijo en el Pleno era suficiente para considerar su renuncia como 'no presentada'. La crisis se intensificó tras un acuerdo que dejó la Comisión Permanente del CGPJ bajo control conservador, lo que llevó a tensiones significativas entre los bloques del CGPJ.
El nuevo reparto de poder ha alterado el equilibrio, dejando más miembros conservadores en la Comisión Permanente. Los progresistas manifestaron que el acuerdo representa una 'ruptura consciente del consenso' y una distorsión de la colegialidad institucional. Fernández Seijo, visto como un pilar del bloque progresista y un negociador clave, enfrenta una situación tensa tras la decisión de Perelló, que busca mantener la cohesión interna en un clima de desconfianza hacia su gestión.
Las futuras dinámicas entre los bloques dependerán de cómo se desarrolle esta situación, ya que los progresistas ven su influencia ignorada y acusan a Perelló de haber roto el consenso establecido previamente.
El nuevo reparto de poder ha alterado el equilibrio, dejando más miembros conservadores en la Comisión Permanente. Los progresistas manifestaron que el acuerdo representa una 'ruptura consciente del consenso' y una distorsión de la colegialidad institucional. Fernández Seijo, visto como un pilar del bloque progresista y un negociador clave, enfrenta una situación tensa tras la decisión de Perelló, que busca mantener la cohesión interna en un clima de desconfianza hacia su gestión.
Las futuras dinámicas entre los bloques dependerán de cómo se desarrolle esta situación, ya que los progresistas ven su influencia ignorada y acusan a Perelló de haber roto el consenso establecido previamente.