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La percepción de seguridad y el futuro de los jóvenes en Catalunya: Un panorama pesimista según la última encuesta del ICIP
El 71% de los catalanes cree que las nuevas generaciones vivirán peor que sus padres, al tiempo que aumenta el apoyo a penas más severas y la expulsión de inmigrantes delincuentes.
Publicado: 4 de noviembre de 2025, 22:50
Recientemente, el Institut Català Internacional per la Pau (ICIP) publicó los resultados de su encuesta bianual que explora la convivencia y la cohesión social en Catalunya, revelando un escenario cargado de pesimismo y tensiones. Un hallazgo destacado es que el 71% de los encuestados considera que los jóvenes vivirán peor que sus padres, evidenciando un cambio en la percepción del futuro entre las generaciones más jóvenes. Solo un 8% alberga esperanzas de un futuro mejor, lo que indica un descontento significativo con las condiciones socioeconómicas actuales y venideras.
En el contexto de este pesimismo, hay un crecimiento notable en el apoyo a medidas punitivas, donde el 51% de los encuestados aboga por endurecer las penas para delitos comunes y expulsar a delincuentes inmigrantes. Este hallazgo está alineado con la percepción de inseguridad que también se ha intensificado. Mientras que un 72% de los encuestados cree que la seguridad a nivel global ha empeorado en el último año, la percepción varía cuando se refiere a la seguridad local, donde un 38% opina que su barrio es seguro.
La encuesta, que recoge la opinión de 2.763 personas mayores de edad, también señala que existe una creciente desconfianza interpersonal entre los ciudadanos, calculándose en un 31%, lo que contrasta con el 10% que manifestó desconfianza en 2020. Este cambio de actitud refleja una tendencia hacia un modelo más individualista, similar al de otros países, a diferencia del arraigado comunitarismo que ha caracterizado a Catalunya.
En el contexto de este pesimismo, hay un crecimiento notable en el apoyo a medidas punitivas, donde el 51% de los encuestados aboga por endurecer las penas para delitos comunes y expulsar a delincuentes inmigrantes. Este hallazgo está alineado con la percepción de inseguridad que también se ha intensificado. Mientras que un 72% de los encuestados cree que la seguridad a nivel global ha empeorado en el último año, la percepción varía cuando se refiere a la seguridad local, donde un 38% opina que su barrio es seguro.
La encuesta, que recoge la opinión de 2.763 personas mayores de edad, también señala que existe una creciente desconfianza interpersonal entre los ciudadanos, calculándose en un 31%, lo que contrasta con el 10% que manifestó desconfianza en 2020. Este cambio de actitud refleja una tendencia hacia un modelo más individualista, similar al de otros países, a diferencia del arraigado comunitarismo que ha caracterizado a Catalunya.