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La orden de evacuación de Netanyahu en Gaza agrava la crisis humanitaria y intensifica los bombardeos en la región.
Más de un millón de personas enfrentan la inminente ofensiva terrestre israelí, en medio de un colapso humanitario en la Franja de Gaza.
Publicado: 10 de septiembre de 2025, 11:53
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado la ciudad de Gaza como 'zona de combate' y ha emitido una orden de evacuación que afecta a casi un millón de personas. Esta situación se produce en el contexto de una intensificación de las hostilidades en la Franja, que ha visto un aumento significativo en los bombardeos aéreos y terrestres por parte del ejército israelí. La población, agotada por el conflicto prolongado, se encuentra en un estado de pánico agudizado por la magnitud e inmediatez de las órdenes de evacuación.
Además, las instalaciones hospitalarias están colapsadas, y el personal médico se enfrenta a decisiones difíciles sobre permanecer con los pacientes. Mientras tanto, los ataques aéreos israelíes han destruido torres residenciales, alegando que albergan a miembros de Hamás. Organizaciones internacionales advierten sobre el aumento de la crisis humanitaria y la falta de opciones seguras para quienes son forzados a abandonar sus hogares.
El Ejército israelí ha clasificado a toda la ciudad como 'zona de combate peligrosa', lo que implica que cualquier habitante puede convertirse en un objetivo. A pesar de las advertencias y llamados a un alto el fuego, los esfuerzos por alcanzar un acuerdo de tregua se ven frustrados por la escalada de la violencia, lo que ha provocado protestas internacionales contra los ataques, considerados violaciones de derechos humanos.
Además, las instalaciones hospitalarias están colapsadas, y el personal médico se enfrenta a decisiones difíciles sobre permanecer con los pacientes. Mientras tanto, los ataques aéreos israelíes han destruido torres residenciales, alegando que albergan a miembros de Hamás. Organizaciones internacionales advierten sobre el aumento de la crisis humanitaria y la falta de opciones seguras para quienes son forzados a abandonar sus hogares.
El Ejército israelí ha clasificado a toda la ciudad como 'zona de combate peligrosa', lo que implica que cualquier habitante puede convertirse en un objetivo. A pesar de las advertencias y llamados a un alto el fuego, los esfuerzos por alcanzar un acuerdo de tregua se ven frustrados por la escalada de la violencia, lo que ha provocado protestas internacionales contra los ataques, considerados violaciones de derechos humanos.