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La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de EE. UU.: un giro hacia América Latina y Europa con enfoque en la contención de China y Rusia
La administración Trump redefine su política exterior, priorizando el Hemisferio Occidental y exigiendo mayor compromiso defensivo de sus aliados europeos.
Publicado: 15 de diciembre de 2025, 01:59
En diciembre de 2025, la administración de Donald Trump publicó su nueva Estrategia de Seguridad Nacional (NSS), que marca un cambio significativo en la política exterior de Estados Unidos, alejándose de las intervenciones tradicionales y centrándose en la competencia geopolítica, especialmente contra China y Rusia. Este documento destaca la reorientación de los intereses estadounidenses hacia el Hemisferio Occidental, reconociendo que América Latina es ahora fundamental para la seguridad de EE. UU. y su influencia en el ámbito global.
Una de las características más notables de esta nueva estrategia es el regreso de la Doctrina Monroe, enfatizando la necesidad de que América Latina colabore en el control de la migración, la narcotraficante y la expansión de la influencia china. La NSS de Trump detalla la intención de restaurar la preeminencia estadounidense en la región, rechazando la presencia de naciones no hemisféricas, especialmente las de China y Rusia, que son percibidas como adversarios estratégicos. Además, el enfoque de la Casa Blanca también incluye demandas específicas a los aliados europeos, criticando que deben aumentar su gasto en defensa y asumir una mayor responsabilidad en su seguridad.
La NSS establece que Venezuela se convierte en un punto focal, donde la administración de Trump busca desplazar el régimen chavista, buscando formar alianzas con nuevos gobiernos afines. La nueva Estrategia de Seguridad Nacional representa un cambio radical en cómo Estados Unidos interactúa con el resto del mundo, priorizando sus intereses nacionales por encima de los compromisos tradicionales de defensa y cooperación internacional.
Una de las características más notables de esta nueva estrategia es el regreso de la Doctrina Monroe, enfatizando la necesidad de que América Latina colabore en el control de la migración, la narcotraficante y la expansión de la influencia china. La NSS de Trump detalla la intención de restaurar la preeminencia estadounidense en la región, rechazando la presencia de naciones no hemisféricas, especialmente las de China y Rusia, que son percibidas como adversarios estratégicos. Además, el enfoque de la Casa Blanca también incluye demandas específicas a los aliados europeos, criticando que deben aumentar su gasto en defensa y asumir una mayor responsabilidad en su seguridad.
La NSS establece que Venezuela se convierte en un punto focal, donde la administración de Trump busca desplazar el régimen chavista, buscando formar alianzas con nuevos gobiernos afines. La nueva Estrategia de Seguridad Nacional representa un cambio radical en cómo Estados Unidos interactúa con el resto del mundo, priorizando sus intereses nacionales por encima de los compromisos tradicionales de defensa y cooperación internacional.