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La negociación pesquera de la UE en Bruselas enfrenta dificultades para España, Francia e Italia en la reducción de días de faena
Los ministros de Pesca critican la propuesta de Bruselas y buscan un acuerdo que respete la sostenibilidad y viabilidad del sector.
Publicado: 12 de diciembre de 2025, 20:07
Los ministros de Pesca de la Unión Europea se encuentran actualmente en Bruselas en una reunión clave para discutir el futuro de la pesca, específicamente las posibilidades pesqueras de 2026 en aguas del Atlántico y los días de pesca en el Mediterráneo. La propuesta de Bruselas ha generado una fuerte reacción de los representantes de España, Francia e Italia debido a su enfoque restrictivo, sugiriendo una drástica reducción de los días de pesca.
La propuesta inicial plantea que los buques pesqueros españoles podrían tener un límite de solo 9,7 días al año en 2026, lo que representaría una disminución del 64% respecto a los 27 días permitidos en 2025. Esta situación ha sido calificada de alarmante por el ministro español de Agricultura y Pesca, Luis Planas, quien subraya que pone en peligro la viabilidad del sector pesquero, especialmente para las flotas de arrastre en ciertas regiones.
Según informes recientes, el gobierno español se encuentra bajo presión para incrementar los días de pesca y está buscando alianzas con Francia e Italia en este esfuerzo. El ministro Planas ha declarado que su intención es volver a alcanzar, al menos, los 130 días de pesca al año, similar a lo que se logró en negociaciones anteriores. Además, se están considerando medidas compensatorias medioambientales para mejorar la situación.
Los ministros están trabajando para alcanzar una 'posición común' que permita negociar alternativas razonables, considerando los esfuerzos de los pescadores españoles para adoptar medidas sostenibles. Las negociaciones están resultando extremadamente complejas, con informes que indican que las posiciones de Bruselas y las de los países afectados son muy distantes. A pesar de los esfuerzos realizados, que incluyen cambios significativos en 600 barcos para mejorar la sostenibilidad de la pesca, la Comisión Europea sigue insistiendo en la necesidad de un enfoque drástico, lo que ha llevado a calificar la propuesta de “inasumible”.
Este contexto complicado se ve reflejado en el hecho de que en caso de no alcanzarse un acuerdo con otras naciones costeras, como Noruega e Islandia, se podrían tener que imponer cuotas provisionales para asegurar la continuidad del sector. Sin embargo, los ministros han enfatizado la importancia de mantener el tejido productivo en el Mediterráneo mientras trabajan hacia una pesquería más sostenible.
La propuesta inicial plantea que los buques pesqueros españoles podrían tener un límite de solo 9,7 días al año en 2026, lo que representaría una disminución del 64% respecto a los 27 días permitidos en 2025. Esta situación ha sido calificada de alarmante por el ministro español de Agricultura y Pesca, Luis Planas, quien subraya que pone en peligro la viabilidad del sector pesquero, especialmente para las flotas de arrastre en ciertas regiones.
Según informes recientes, el gobierno español se encuentra bajo presión para incrementar los días de pesca y está buscando alianzas con Francia e Italia en este esfuerzo. El ministro Planas ha declarado que su intención es volver a alcanzar, al menos, los 130 días de pesca al año, similar a lo que se logró en negociaciones anteriores. Además, se están considerando medidas compensatorias medioambientales para mejorar la situación.
Los ministros están trabajando para alcanzar una 'posición común' que permita negociar alternativas razonables, considerando los esfuerzos de los pescadores españoles para adoptar medidas sostenibles. Las negociaciones están resultando extremadamente complejas, con informes que indican que las posiciones de Bruselas y las de los países afectados son muy distantes. A pesar de los esfuerzos realizados, que incluyen cambios significativos en 600 barcos para mejorar la sostenibilidad de la pesca, la Comisión Europea sigue insistiendo en la necesidad de un enfoque drástico, lo que ha llevado a calificar la propuesta de “inasumible”.
Este contexto complicado se ve reflejado en el hecho de que en caso de no alcanzarse un acuerdo con otras naciones costeras, como Noruega e Islandia, se podrían tener que imponer cuotas provisionales para asegurar la continuidad del sector. Sin embargo, los ministros han enfatizado la importancia de mantener el tejido productivo en el Mediterráneo mientras trabajan hacia una pesquería más sostenible.