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La muerte del exministro de Transporte de Rusia genera preocupación y es parte de la campaña anticorrupción en el Kremlin
Román Starovoit, destituido por Putin, es hallado muerto horas después, en un contexto de corrupción que sacude al gobierno ruso.
Publicado: 8 de julio de 2025, 19:22
La reciente muerte del exministro de Transporte de Rusia, Román Starovoit, ha generado conmoción y profundas interrogantes sobre la integridad del sistema gubernamental bajo el presidente Vladimir Putin. Starovoit fue encontrado muerto en su vehículo horas después de ser destituido de su cargo, levantando inquietudes sobre una posible purga dentro de la administración rusa y los peligros que enfrentan quienes están cerca del Kremlin.
Estaba vinculado a irregularidades financieras relacionadas con la construcción de infraestructuras, y se indicaba que estaba bajo investigación por recibir sobornos. La situación se complica en un contexto socioeconómico de crisis en Rusia, agravada por la presión internacional y una purga anticorrupción en curso que afecta a altos funcionarios del gobierno. La muerte de Starovoit y las repercusiones en otros funcionarios refuerzan la atmósfera de temor y desconfianza en el actual clima político ruso.
El Kremlin ha reaccionado a la muerte de Starovoit con declaraciones mixtas, sugiriendo un posible suicidio, mientras que otros rumores apuntan a su interés en testificar contra colegas. La situación de altos funcionarios y las investigaciones masivas por corrupción resaltan el patrón de inestabilidad dentro de la élite política del país.
Estaba vinculado a irregularidades financieras relacionadas con la construcción de infraestructuras, y se indicaba que estaba bajo investigación por recibir sobornos. La situación se complica en un contexto socioeconómico de crisis en Rusia, agravada por la presión internacional y una purga anticorrupción en curso que afecta a altos funcionarios del gobierno. La muerte de Starovoit y las repercusiones en otros funcionarios refuerzan la atmósfera de temor y desconfianza en el actual clima político ruso.
El Kremlin ha reaccionado a la muerte de Starovoit con declaraciones mixtas, sugiriendo un posible suicidio, mientras que otros rumores apuntan a su interés en testificar contra colegas. La situación de altos funcionarios y las investigaciones masivas por corrupción resaltan el patrón de inestabilidad dentro de la élite política del país.