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La Marcha del Orgullo en Budapest atraerá a políticos europeos a pesar de la prohibición del Gobierno de Orbán
Con gran apoyo internacional, los organizadores desafían la controversia y el clima de tensión en la capital húngara.
Publicado: 28 de junio de 2025, 12:32
La Marcha del Orgullo de Budapest, programada para este sábado, se llevará a cabo a pesar de la prohibición oficial del Gobierno húngaro, que ha argumentado que el evento infringe una ley de "protección de la infancia". Esta controversia ha atraído la atención internacional y una considerable participación de políticos europeos, que se movilizan para mostrar su apoyo al colectivo LGTBIQ+ en un clima de creciente polarización en Europa.
El alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, ha declarado que el evento debe continuar como un "evento municipal" y asegura que no necesita la autorización de la policía, a pesar de la orden de prohibición emitida. Adicionalmente, aunque las autoridades han advertido que los participantes pueden enfrentarse a multas y penas de cárcel, se estiman más de 200.000 asistentes, según han indicado fuentes de la organización y diversos medios de comunicación.
La noticia es que el evento se ha celebrado con un ambiente festivo y pacífico, a pesar de la prohibición. La marcha ha estado marcada por la presencia de aproximadamente 70 eurodiputados y otros políticos de toda Europa, incluidos representantes del Gobierno español, como la vicepresidenta Yolanda Díaz y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, quienes han expresado su apoyo al evento, destacando que este año la convocatoria ha sido más multitudinaria que en ediciones anteriores.
La situación en Hungría refleja una alarmante polarización en Europa respecto a los derechos LGTBIQ+, donde algunos países han avanzado en su protección mientras que otros, como Hungría, han retrocedido. Este año, el lema del Orgullo ha sido "La libertad y el amor no pueden ser prohibidos", y la Marcha del Orgullo se convierte en un acto de reivindicación del colectivo LGTBIQ+ y una manifestación política contra la ola de autoritarismo en Europa. Durante la movilización, se han registrado algunos intentos de provocación por parte de grupos de extrema derecha, así como actos de resistencia pacífica por parte de los asistentes. La policía, aunque con advertencias de posibles restricciones, ha permitido la celebración del evento.
La manifestación ha sido vista como un símbolo de lucha no solo por los derechos LGTBIQ+, sino también como parte de un movimiento más amplio contra la represión de los derechos humanos en Europa. El alcalde Gergely Karácsony afirmó: "Hoy Budapest se ha convertido en la capital de Europa", llamando la atención sobre la importancia de la solidaridad en la defensa de los derechos.
El alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, ha declarado que el evento debe continuar como un "evento municipal" y asegura que no necesita la autorización de la policía, a pesar de la orden de prohibición emitida. Adicionalmente, aunque las autoridades han advertido que los participantes pueden enfrentarse a multas y penas de cárcel, se estiman más de 200.000 asistentes, según han indicado fuentes de la organización y diversos medios de comunicación.
La noticia es que el evento se ha celebrado con un ambiente festivo y pacífico, a pesar de la prohibición. La marcha ha estado marcada por la presencia de aproximadamente 70 eurodiputados y otros políticos de toda Europa, incluidos representantes del Gobierno español, como la vicepresidenta Yolanda Díaz y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, quienes han expresado su apoyo al evento, destacando que este año la convocatoria ha sido más multitudinaria que en ediciones anteriores.
La situación en Hungría refleja una alarmante polarización en Europa respecto a los derechos LGTBIQ+, donde algunos países han avanzado en su protección mientras que otros, como Hungría, han retrocedido. Este año, el lema del Orgullo ha sido "La libertad y el amor no pueden ser prohibidos", y la Marcha del Orgullo se convierte en un acto de reivindicación del colectivo LGTBIQ+ y una manifestación política contra la ola de autoritarismo en Europa. Durante la movilización, se han registrado algunos intentos de provocación por parte de grupos de extrema derecha, así como actos de resistencia pacífica por parte de los asistentes. La policía, aunque con advertencias de posibles restricciones, ha permitido la celebración del evento.
La manifestación ha sido vista como un símbolo de lucha no solo por los derechos LGTBIQ+, sino también como parte de un movimiento más amplio contra la represión de los derechos humanos en Europa. El alcalde Gergely Karácsony afirmó: "Hoy Budapest se ha convertido en la capital de Europa", llamando la atención sobre la importancia de la solidaridad en la defensa de los derechos.