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La librería Sant Jordi de Barcelona reabre como un espacio cultural en medio de la gentrificación tras un clamor popular.
La emblemática librería suma un pequeño restaurante a su oferta, respetando su decoración centenaria y manteniendo el enfoque en libros de arte.
Publicado: 20 de diciembre de 2025, 14:07
La histórica librería de Sant Jordi, ubicada en la calle Ferran, en el corazón de Barcelona, ha reabierto sus puertas después de ocho meses de cierre, gracias a la presión popular y al interés de nuevos inversores que buscan preservar su legado cultural. Esta librería ha sido un símbolo de resistencia contra la gentrificación que está transformando el paisaje comercial de la ciudad.
El cierre de la librería siguió a la muerte de su anterior propietario, Josep Morales. La presión de los habitantes llevó a su viuda, Cristina Riera, a hacer un llamamiento público para mantener el negocio. El nuevo propietario, Rafa Serra, ha transformado la librería en un 'Espai Sant Jordi', que continuará ofreciendo una selección de libros y sumará un pequeño restaurante. A pesar de estos cambios, se mantendrá la decoración centenaria y el espíritu del negocio.
Desde su reapertura, la librería ha atraído a numerosos clientes, evidenciando un renovado interés por parte del público. La librería ha adaptado su espacio para realizar eventos culturales, fomentando así la participación de la comunidad y mostrando cómo esta puede unirse para conservar su patrimonio cultural en un contexto de gentrificación.
El cierre de la librería siguió a la muerte de su anterior propietario, Josep Morales. La presión de los habitantes llevó a su viuda, Cristina Riera, a hacer un llamamiento público para mantener el negocio. El nuevo propietario, Rafa Serra, ha transformado la librería en un 'Espai Sant Jordi', que continuará ofreciendo una selección de libros y sumará un pequeño restaurante. A pesar de estos cambios, se mantendrá la decoración centenaria y el espíritu del negocio.
Desde su reapertura, la librería ha atraído a numerosos clientes, evidenciando un renovado interés por parte del público. La librería ha adaptado su espacio para realizar eventos culturales, fomentando así la participación de la comunidad y mostrando cómo esta puede unirse para conservar su patrimonio cultural en un contexto de gentrificación.