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La izquierda política en España exige el cierre de centros de detención de migrantes en Mauritania por violaciones a los derechos humanos
Podemos y otros partidos interpelan al Gobierno sobre la legalidad y condiciones de estos centros financiados con fondos europeos.
Publicado: 7 de noviembre de 2025, 21:32
Recientemente, se ha generado una ola de críticas en España tras la apertura de dos centros de detención para migrantes en Mauritania. Varios partidos políticos de izquierda, incluidos Podemos, han calificado estos centros como 'cárceles ilegales' y han exigido su cierre inmediato, argumentando que vulneran los derechos humanos de los migrantes. La secretaria política de Podemos, Irene Montero, comparó la política migratoria del Gobierno español con la de la primera ministra italiana, señalando una lógica racista y criminal detrás de estas medidas.
La controversia también se centra en cómo estos centros fueron financiados y establecidos por la Fundación para la Internacionalización de las Administraciones Públicas, lo que ha llevado a varios partidos a solicitar aclaraciones en el Congreso sobre su funcionamiento y las implicaciones en la situación del Sáhara Occidental. Se está cuestionando el uso de fondos europeos para mantener estas instalaciones en un contexto donde la política migratoria es objeto de un intenso escrutinio por parte de la sociedad y las instituciones.
Los partidos de izquierda sostienen que la externalización de políticas migratorias a terceros países, como es el caso de Mauritania, es insostenible y perjudica a quienes buscan refugio. Este debate no solo pone de manifiesto la situación en estos centros, sino que también reaviva la discusión sobre los derechos humanos y cómo son protegidos en el marco de las políticas migratorias europeas.
La controversia también se centra en cómo estos centros fueron financiados y establecidos por la Fundación para la Internacionalización de las Administraciones Públicas, lo que ha llevado a varios partidos a solicitar aclaraciones en el Congreso sobre su funcionamiento y las implicaciones en la situación del Sáhara Occidental. Se está cuestionando el uso de fondos europeos para mantener estas instalaciones en un contexto donde la política migratoria es objeto de un intenso escrutinio por parte de la sociedad y las instituciones.
Los partidos de izquierda sostienen que la externalización de políticas migratorias a terceros países, como es el caso de Mauritania, es insostenible y perjudica a quienes buscan refugio. Este debate no solo pone de manifiesto la situación en estos centros, sino que también reaviva la discusión sobre los derechos humanos y cómo son protegidos en el marco de las políticas migratorias europeas.