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La inflación en la Eurozona se eleva al 2% en junio, impulsada por servicios y alimentos, aunque inferior a la de España
A pesar del aumento, la Eurozona se mantiene dentro del objetivo del BCE, pero España registra un incremento superior con un 2,3%.
Publicado: 17 de julio de 2025, 20:43
En junio de 2025, la inflación en la Eurozona alcanzó una tasa interanual del 2%, un incremento de una décima en comparación con el mes anterior. Esta subida se debe principalmente al incremento en los precios de los servicios, que llegaron a un 3,3%, y de los alimentos frescos, que se encarecieron un 4,6%, según los datos publicados por Eurostat. Aunque la tasa de inflación de la Eurozona se encuentra alineada con el objetivo del Banco Central Europeo (BCE), España reportó una inflación superior, alcanzando el 2,3%.
El contexto actual muestra que la inflación en la Eurozona se ha moderado cinco décimas en comparación con los niveles del año anterior. Además, la caída interanual del precio de la energía fue notable, registrando un -2,6% en junio. La inflación subyacente se mantuvo estable en el 2,3%, lo que es crucial para las decisiones de política monetaria del BCE. Se esperan recortes en los tipos de interés en el futuro si las condiciones de inflación se mantienen favorables, lo que podría incentivar el consumo y la inversión.
Sin embargo, factores geopolíticos y tensiones comerciales podrían influir en la economía de la región. Los expertos continúan monitorizando estos desarrollos que afectan la competitividad y la economía europea.
El contexto actual muestra que la inflación en la Eurozona se ha moderado cinco décimas en comparación con los niveles del año anterior. Además, la caída interanual del precio de la energía fue notable, registrando un -2,6% en junio. La inflación subyacente se mantuvo estable en el 2,3%, lo que es crucial para las decisiones de política monetaria del BCE. Se esperan recortes en los tipos de interés en el futuro si las condiciones de inflación se mantienen favorables, lo que podría incentivar el consumo y la inversión.
Sin embargo, factores geopolíticos y tensiones comerciales podrían influir en la economía de la región. Los expertos continúan monitorizando estos desarrollos que afectan la competitividad y la economía europea.