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La inflación en España se mantiene en el 3% en noviembre, pese a los fuertes aumentos de precios en alimentos y servicios
Los precios de productos básicos como huevos y carne siguen en aumento, afectando el poder adquisitivo de las familias.
Publicado: 13 de diciembre de 2025, 22:04
La inflación interanual en España se ha mantenido en un 3% durante noviembre de 2025, gracias a la bajada de los precios de la electricidad, aunque las presiones inflacionistas persisten por el aumento en los precios de alimentos y otros productos básicos. Los precios de productos como los huevos han visto un aumento de más del 30% en el último año, mientras que la carne de vacuno ha subido un 18%, afectando así el poder adquisitivo de las familias españolas.
A pesar de la moderación en la inflación general, la inflación subyacente se sitúa en un 2,6%, sugiriendo que los costos de vida siguen en aumento. Además, otros servicios y productos también han incrementado sus precios, lo que genera preocupación sobre la sostenibilidad financiera de los hogares, especialmente con la llegada de la época navideña donde los gastos suelen elevarse.
Los analistas advierten que el alivio temporal en la inflación podría ser engañoso, dada la combinación de incrementos en los costos de alimentos y servicios. Esto introduce un complejo panorama donde la percepción ciudadana sobre la economía puede no coincidir con los datos oficiales, revelando una desconexión entre las políticas económicas y las necesidades reales de la población.
A pesar de la moderación en la inflación general, la inflación subyacente se sitúa en un 2,6%, sugiriendo que los costos de vida siguen en aumento. Además, otros servicios y productos también han incrementado sus precios, lo que genera preocupación sobre la sostenibilidad financiera de los hogares, especialmente con la llegada de la época navideña donde los gastos suelen elevarse.
Los analistas advierten que el alivio temporal en la inflación podría ser engañoso, dada la combinación de incrementos en los costos de alimentos y servicios. Esto introduce un complejo panorama donde la percepción ciudadana sobre la economía puede no coincidir con los datos oficiales, revelando una desconexión entre las políticas económicas y las necesidades reales de la población.