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La inflación en España se mantiene en el 2,7% en agosto, mientras que la inflación de los alimentos modera su aumento
El Instituto Nacional de Estadística confirma que la inflación subyacente ha aumentado al 2,4%, lo que implica un ligero ascenso en comparación con el mes anterior.
Publicado: 12 de septiembre de 2025, 19:09
Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación en España se mantuvo estable en un 2,7% durante agosto de 2025. La inflación de los alimentos y bebidas no alcohólicas se redujo al 2,3%, lo que se atribuye al abaratamiento de frutas y otros productos básicos. El dato de inflación subyacente se fijó en un 2,4%, lo que representa un aumento de una décima respecto al mes anterior.
El informe señala que la estabilidad de los precios en electricidad ayudó a contener la presión inflacionaria, a pesar del encarecimiento de los carburantes. El grupo del transporte influyó significativamente en el IPC, aumentando un punto hasta alcanzar una tasa anual del 1,2%. Se registraron variaciones de inflación por regiones, siendo Baleares y la Comunidad Valenciana las más altas con un 3,2% y La Rioja y Murcia las más bajas con un 2,1%.
En conclusión, el estancamiento de la inflación en agosto sugiere una contención en la presión sobre los precios, aunque sigue siendo importante monitorear el comportamiento de productos energéticos y la indexación salarial, en un contexto de creciente interés sobre cómo estos aspectos influirán en el poder adquisitivo en el futuro.
El informe señala que la estabilidad de los precios en electricidad ayudó a contener la presión inflacionaria, a pesar del encarecimiento de los carburantes. El grupo del transporte influyó significativamente en el IPC, aumentando un punto hasta alcanzar una tasa anual del 1,2%. Se registraron variaciones de inflación por regiones, siendo Baleares y la Comunidad Valenciana las más altas con un 3,2% y La Rioja y Murcia las más bajas con un 2,1%.
En conclusión, el estancamiento de la inflación en agosto sugiere una contención en la presión sobre los precios, aunque sigue siendo importante monitorear el comportamiento de productos energéticos y la indexación salarial, en un contexto de creciente interés sobre cómo estos aspectos influirán en el poder adquisitivo en el futuro.