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La implosión de 'Se Acabó la Fiesta': conflictos y acusaciones entre eurodiputados
La tensión interna del partido ultraderechista evidencia la ruptura entre Alvise Pérez y sus compañeros de candidatura.
Publicado: 28 de abril de 2025, 22:13
El partido 'Se Acabó la Fiesta', liderado por Luis 'Alvise' Pérez, ha tenido una explosión interna en un tiempo récord, siguiendo una serie de acusaciones y amenazas de acciones legales entre sus miembros. Apenas diez meses después de conseguir representación en el Parlamento Europeo con más de 800.000 votos (4,58%), la fractura se ha vuelto evidente esta semana tras los comentarios de Alvise, quien insinuó que sus compañeros de lista, Diego Solier y Nora Junco, fueron comprados por un lobby armamentístico.
La reacción de Solier y Junco fue inmediata, afirmando que estaban considerando acciones legales contra Alvise. La tensión ha venido en aumento desde que, en diciembre de 2024, se les aceptara en el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) como 'miembros individuales', mientras que el propio Alvise fue excluido por sus problemas judiciales. Desde su ingreso al ECR, Solier y Junco han comenzado a distanciarse de Alvise, cumpliendo con la disciplina de voto de su nuevo grupo entre el 33% y el 49% de las veces.
El abrupto final del partido de Alvise Pérez pone de manifiesto las contradicciones de una agrupación que logró apoyo electoral a través de promesas de pureza ideológica, pero que rápidamente se desmorona ante las primeras dificultades, mostrando que las dinámicas internas pueden ser tan disruptivas como las externas.
La reacción de Solier y Junco fue inmediata, afirmando que estaban considerando acciones legales contra Alvise. La tensión ha venido en aumento desde que, en diciembre de 2024, se les aceptara en el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) como 'miembros individuales', mientras que el propio Alvise fue excluido por sus problemas judiciales. Desde su ingreso al ECR, Solier y Junco han comenzado a distanciarse de Alvise, cumpliendo con la disciplina de voto de su nuevo grupo entre el 33% y el 49% de las veces.
El abrupto final del partido de Alvise Pérez pone de manifiesto las contradicciones de una agrupación que logró apoyo electoral a través de promesas de pureza ideológica, pero que rápidamente se desmorona ante las primeras dificultades, mostrando que las dinámicas internas pueden ser tan disruptivas como las externas.