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La gestión de residuos en Catalunya: avances en el desperdicio alimentario y retos en la recogida selectiva.
A pesar de una notable reducción del desperdicio alimentario, la recogida selectiva se estanca y los vertederos enfrentan un colapso inminente.
Publicado: 8 de diciembre de 2025, 13:51
Catalunya ha logrado reducir en un 21% el desperdicio alimentario en los contenedores marrones durante la última década, con un impacto positivo que representa más de 600 gramos de comida por persona anualmente. Este descenso ha sido impulsado por legislación y campañas informativas que promueven el uso eficiente de los recursos alimentarios. No obstante, la recogida selectiva se encuentra estancada en un 47%, muy por debajo del objetivo europeo del 65% para 2035, lo que genera preocupaciones acerca del colapso del sistema de vertederos.
La Generalitat ha señalado la necesidad de cerrar la mitad de las instalaciones de vertederos y de transformar la gestión de residuos para evitar un inminente colapso. Expertos advierten que el aumento de la población podría llevar a un incremento de residuos, lo que destaca la urgencia de innovar en la infraestructura y eficiencia de la recogida selectiva. Aunque se celebran los avances en la reducción de desperdicio alimentario, se enfatiza que es crucial abordar los problemas generales de gestión de residuos para garantizar la sostenibilidad.
En conclusión, Catalunya enfrenta un dilema en su gestión de residuos: mientras mejora en el ámbito del desperdicio alimentario, se encuentra estancada en la recogida selectiva, lo que requiere medidas inmediatas para asegurar un futuro sostenible en la gestión ambiental.
La Generalitat ha señalado la necesidad de cerrar la mitad de las instalaciones de vertederos y de transformar la gestión de residuos para evitar un inminente colapso. Expertos advierten que el aumento de la población podría llevar a un incremento de residuos, lo que destaca la urgencia de innovar en la infraestructura y eficiencia de la recogida selectiva. Aunque se celebran los avances en la reducción de desperdicio alimentario, se enfatiza que es crucial abordar los problemas generales de gestión de residuos para garantizar la sostenibilidad.
En conclusión, Catalunya enfrenta un dilema en su gestión de residuos: mientras mejora en el ámbito del desperdicio alimentario, se encuentra estancada en la recogida selectiva, lo que requiere medidas inmediatas para asegurar un futuro sostenible en la gestión ambiental.