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La Generación Z se enfrenta a un dilema: redes sociales como fuente de salud versus restricciones legales en Australia
A medida que Australia implementa un veto a las redes para menores, los jóvenes recurren a plataformas como TikTok para informarse sobre bienestar.
Publicado: 9 de diciembre de 2025, 16:29
En el contexto actual, la interacción de los jóvenes con las redes sociales ha despertado tanto preocupaciones como nuevas tendencias de comportamiento. Un estudio del Fruit Juice Science Centre ha revelado que el 32% de la Generación Z prefiere acudir a plataformas como TikTok para obtener información sobre salud y bienestar, desplazando así a fuentes más tradicionales, incluidos médicos y nutricionistas. Este hallazgo es alarmante, ya que más de la mitad de los encuestados considera que TikTok representa una fuente de desinformación.
Simultáneamente, Australia ha tomado medidas drásticas para abordar este problema con la implementación de una nueva ley que prohíbe a los menores de 16 años acceder a las principales redes sociales. Esta legislación exige que las plataformas demuestren haber tomado 'medidas razonables' para identificar y desactivar las cuentas de los niños. Los críticos advierten que esta restricción podría privar a muchos adolescentes de un espacio esencial para la conexión emocional, social y de apoyo.
El debate se vuelve más complejo cuando se considera que, aunque los adolescentes son conscientes de los riesgos de las redes, también reconocen que la prohibición puede acentuar su aislamiento social. Las redes sociales, por lo tanto, presentan un dilema: son una fuente potencial de desinformación, pero también un espacio de apoyo fundamental. Mientras que algunos expertos abogan por la prohibición como una estrategia para proteger la salud mental de los menores, otros advierten sobre los efectos adversos que podría producir en su sentido de comunidad y bienestar emocional.
Simultáneamente, Australia ha tomado medidas drásticas para abordar este problema con la implementación de una nueva ley que prohíbe a los menores de 16 años acceder a las principales redes sociales. Esta legislación exige que las plataformas demuestren haber tomado 'medidas razonables' para identificar y desactivar las cuentas de los niños. Los críticos advierten que esta restricción podría privar a muchos adolescentes de un espacio esencial para la conexión emocional, social y de apoyo.
El debate se vuelve más complejo cuando se considera que, aunque los adolescentes son conscientes de los riesgos de las redes, también reconocen que la prohibición puede acentuar su aislamiento social. Las redes sociales, por lo tanto, presentan un dilema: son una fuente potencial de desinformación, pero también un espacio de apoyo fundamental. Mientras que algunos expertos abogan por la prohibición como una estrategia para proteger la salud mental de los menores, otros advierten sobre los efectos adversos que podría producir en su sentido de comunidad y bienestar emocional.