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La Fiscalía francesa pide libertad condicional para Sarkozy mientras el expresidente denuncia manipulación en su condena

Nicolas Sarkozy se enfrenta a su situación judicial tras 20 días en prisión, describiendo su experiencia como 'una pesadilla'.

Publicado: 10 de noviembre de 2025, 12:56

Este lunes, el Tribunal de Apelación de París ha concedido la libertad condicional a Nicolas Sarkozy tras 20 días en la prisión de La Santé, donde fue recluido tras ser condenado a cinco años por asociación ilícita relacionada con la financiación de su campaña presidencial de 2007 por el régimen libio de Muamar el Gadafi. Esta decisión se produce en respuesta a la solicitud de la Fiscalía francesa, que recomendó su puesta en libertad bajo estrictos controles judiciales. Sarkozy, quien insistió en su inocencia durante su comparecencia por videoconferencia, ha calificado su estancia en la cárcel como 'una pesadilla', subrayando que ha sido víctima de 'una manipulación' en el proceso judicial.

En su declaración, el exmandatario, quien ejerció como presidente entre 2007 y 2012, enfatizó que no representa un riesgo de fuga. Su libertad condicional, sin embargo, viene con varias restricciones significativas. El tribunal ha establecido prohibiciones de contacto con otros acusados y testigos, así como la obligación de no abandonar el territorio francés durante el proceso judicial que se prolongará hasta 2026 por la apelación de la sentencia e intentará demostrar su inocencia.

<strong>La audiencia generó un gran interés tanto en Francia como a nivel internacional, especialmente considerando que Sarkozy es el primer expresidente en cumplir condena en prisión desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.</strong> La resolución del tribunal se tomó tras evaluar la actual situación judicial y el contexto que rodea al expresidente, quien, a sus 70 años, argumentó que su encierro ha sido extremadamente duro y extenuante. Además, el fiscal expresó su apoyo a la libertad bajo control judicial, aduciendo que no existía un riesgo de ocultación de pruebas.

La decisión ha generado un debate sustancial sobre la influencia de la política en el sistema judicial francés, con Sarkozy denunciando que ha sido objeto de una persecución por parte de sus adversarios políticos. A pesar de la condena por asociación ilícita, fue absuelto de otros cargos como corrupción pasiva y financiación ilegal de campañas, lo que generó aún más controversia en la opinión pública. Su liberación está marcada por ciertas restricciones, incluido el uso de un brazalete electrónico y la prohibición de comunicarse con el actual ministro de Justicia, Gérald Darmanin, quien le visitó en prisión y cuya relación ha sido objeto de numerosas críticas. La situación de Sarkozy continúa captando la atención mediática debido a su impacto en el panorama político francés y las implicaciones de su juicio y condena, lo que ha sembrado un ambiente de división entre sus partidarios y opositores. Mientras espera su apelación, Sarkozy ha reiterado su intención de demostrar su inocencia, presentando su caso como parte de una agenda de venganza política.