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La firma de un acuerdo de paz entre la República Democrática del Congo y Ruanda enfrenta retos por nuevos combates en la región
A pesar de los esfuerzos del presidente Trump por estabilizar la zona, el M23 sigue desafiando el alto el fuego acordado.
Publicado: 6 de diciembre de 2025, 14:45
La reciente firma de un acuerdo de paz entre la República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda, facilitada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ve amenazada por el recrudecimiento de los combates en el este de Congo. Residentes de Kamanyola han denunciado un aumento de la violencia a pesar de las promesas de paz. Durante la ceremonia de firma en Washington, los presidentes Félix Tshisekedi y Paul Kagame se comprometieron a trabajar por el fin de décadas de conflicto, con Trump destacando su papel mediador y los elementos del acuerdo que incluyen un alto el fuego permanente y el desarme de fuerzas no estatales.
No obstante, a menos de 24 horas de la firma, los enfrentamientos se han intensificado, obligando a muchos residentes a dejar sus hogares y buscar refugio. Estas preocupaciones reflejan el escepticismo en torno a la efectividad del acuerdo. El grupo rebelde M23, responsable de la violencia en la región y señalado por tener el apoyo de soldados ruandeses, continúa desafiando el alto el fuego. A pesar de la celebración del acuerdo como un avance histórico, tanto Tshisekedi como Kagame subrayaron la necesidad de compromiso para su implementación.
La crisis humanitaria en el este del Congo sigue siendo grave, con más de siete millones de personas desplazadas. La comunidad internacional observa atentamente la situación, a la espera de que este nuevo intento de paz produzca resultados tangibles.
No obstante, a menos de 24 horas de la firma, los enfrentamientos se han intensificado, obligando a muchos residentes a dejar sus hogares y buscar refugio. Estas preocupaciones reflejan el escepticismo en torno a la efectividad del acuerdo. El grupo rebelde M23, responsable de la violencia en la región y señalado por tener el apoyo de soldados ruandeses, continúa desafiando el alto el fuego. A pesar de la celebración del acuerdo como un avance histórico, tanto Tshisekedi como Kagame subrayaron la necesidad de compromiso para su implementación.
La crisis humanitaria en el este del Congo sigue siendo grave, con más de siete millones de personas desplazadas. La comunidad internacional observa atentamente la situación, a la espera de que este nuevo intento de paz produzca resultados tangibles.