Progresista 30%Conservador 70%
La estrategia de Trump provoca tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y Europa, planteando desafíos de soberanía y defensa.
La administración Trump advierte sobre el 'borrado de la civilización' de Europa, mientras los líderes europeos responden defendiendo su autonomía.
Publicado: 20 de diciembre de 2025, 13:50
La reciente Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, impulsada por la administración de Donald Trump, ha desatado críticas en Europa, donde se ha calificado a sus países como 'en decadencia'. Trump advierte que, de continuar la situación actual, Europa podría volverse 'irreconocible en 20 años', lo que ha generado reacciones firmes de líderes europeos que defienden su soberanía. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, subraya la importancia de que los asuntos europeos no sean interferidos por influencias externas.
La estrategia estadounidense critica las políticas migratorias de Europa y denuncia problemas de libertad de expresión, sugiriendo que estos fenómenos reflejan un desmoronamiento de la civilización europea. A su vez, António Costa, presidente del Consejo Europeo, reafirma la necesidad de mantener la autonomía europea frente a las presiones estadounidenses, en medio de un clima que también alienta el crecimiento de partidos de extrema derecha en el viejo continente.
La comunidad internacional observa las tensiones entre EE.UU. y Europa, temiendo que afecten no solo sus relaciones bilaterales, sino la estabilidad global, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania. Esto lleva a Europa a enfrentar el desafío de reafirmar su identidad y fortaleza ante un cambio en las alianzas tradicionales en un entorno global más complejo.
La estrategia estadounidense critica las políticas migratorias de Europa y denuncia problemas de libertad de expresión, sugiriendo que estos fenómenos reflejan un desmoronamiento de la civilización europea. A su vez, António Costa, presidente del Consejo Europeo, reafirma la necesidad de mantener la autonomía europea frente a las presiones estadounidenses, en medio de un clima que también alienta el crecimiento de partidos de extrema derecha en el viejo continente.
La comunidad internacional observa las tensiones entre EE.UU. y Europa, temiendo que afecten no solo sus relaciones bilaterales, sino la estabilidad global, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania. Esto lleva a Europa a enfrentar el desafío de reafirmar su identidad y fortaleza ante un cambio en las alianzas tradicionales en un entorno global más complejo.