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La escalada del conflicto entre Israel e Irán: Bombardeos, reacciones globales y el futuro del programa nuclear iraní
Israel intensifica su ofensiva en Teherán mientras las potencias mundiales abogan por la desescalada del conflicto.
Publicado: 17 de junio de 2025, 11:00
En respuesta a la creciente amenaza percibida de Irán y su programa nuclear, Israel ha lanzado una ofensiva militar significativa que incluye bombardeos en Teherán, causando numerosas bajas y una creciente preocupación internacional. Este conflicto ha escalado desde el 13 de junio, coincidiendo con la operación 'León Creciente' de Israel, que ha resultado en muchas bajas en ambos lados.
Recientemente, un misil israelí golpeó la sede de la televisión pública iraní (IRIB) en Teherán, donde tres empleados fallecieron y varios resultaron heridos. El ataque, que fue transmitido en vivo, ocurrió mientras una presentadora criticaba a Israel, interrumpiéndose abruptamente tras el estallido. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, comentó que esta acción apuntaba a “la autoridad de difusión de la propaganda e incitación del régimen iraní”. A lo largo de estos días de conflicto, las muertes han alcanzado cifras alarmantes, con al menos 250 muertos y cientos de heridos en Irán, mientras que 24 israelíes también han perdido la vida.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que la ofensiva tiene como objetivo debilitar no solo el programa nuclear de Irán, sino también cambiar el régimen político del país. La situación ha llevado a una escalada de ataques por parte de Irán, lo que ha puesto a prueba la efectividad de los sistemas de defensa israelíes. A medida que ambos países intensifican sus confrontaciones, hay preocupación por el impacto en la población civil y el potencial de un conflicto regional más amplio.
En este contexto, Donald Trump, quien abandonó abruptamente la cumbre del G7 en Canadá, ha pedido la evacuación de Teherán y ha planteado la posibilidad de un contacto con las autoridades iraníes para tratar de poner fin al conflicto. El presidente estadounidense afirmó que “no busca un alto el fuego, sino un final real” del enfrentamiento, exigiendo la “rendición incondicional” de Irán. También ha sugerido que Estados Unidos tiene “el control total y absoluto del cielo de Irán”, lo que indica una posible implicación más directa en la situación. Irán ha lanzado al menos 380 misiles hacia Israel desde el inicio de esta escalada, aunque la mayoría han sido interceptados por las defensas israelíes. A pesar de los ataques, se prevé que Irán continúe desarrollando su programa nuclear, desafiando así a la comunidad internacional.
Además, la inseguridad en la región ha llevado a un éxodo de residentes de Teherán hacia áreas consideradas más seguras. Las autoridades iraníes han implementado alertas de evacuación para diversas zonas de la capital ante la posibilidad de nuevos bombardeos israelíes. En respuesta, Irán ha advertido sobre la posibilidad de atacar infraestructuras militares en Tel Aviv si la situación no mejora. Ante el creciente clamor internacional por la paz, el futuro del programa nuclear iraní y las dinámicas regionales siguen en una frágil balanza.
Recientemente, un misil israelí golpeó la sede de la televisión pública iraní (IRIB) en Teherán, donde tres empleados fallecieron y varios resultaron heridos. El ataque, que fue transmitido en vivo, ocurrió mientras una presentadora criticaba a Israel, interrumpiéndose abruptamente tras el estallido. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, comentó que esta acción apuntaba a “la autoridad de difusión de la propaganda e incitación del régimen iraní”. A lo largo de estos días de conflicto, las muertes han alcanzado cifras alarmantes, con al menos 250 muertos y cientos de heridos en Irán, mientras que 24 israelíes también han perdido la vida.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que la ofensiva tiene como objetivo debilitar no solo el programa nuclear de Irán, sino también cambiar el régimen político del país. La situación ha llevado a una escalada de ataques por parte de Irán, lo que ha puesto a prueba la efectividad de los sistemas de defensa israelíes. A medida que ambos países intensifican sus confrontaciones, hay preocupación por el impacto en la población civil y el potencial de un conflicto regional más amplio.
En este contexto, Donald Trump, quien abandonó abruptamente la cumbre del G7 en Canadá, ha pedido la evacuación de Teherán y ha planteado la posibilidad de un contacto con las autoridades iraníes para tratar de poner fin al conflicto. El presidente estadounidense afirmó que “no busca un alto el fuego, sino un final real” del enfrentamiento, exigiendo la “rendición incondicional” de Irán. También ha sugerido que Estados Unidos tiene “el control total y absoluto del cielo de Irán”, lo que indica una posible implicación más directa en la situación. Irán ha lanzado al menos 380 misiles hacia Israel desde el inicio de esta escalada, aunque la mayoría han sido interceptados por las defensas israelíes. A pesar de los ataques, se prevé que Irán continúe desarrollando su programa nuclear, desafiando así a la comunidad internacional.
Además, la inseguridad en la región ha llevado a un éxodo de residentes de Teherán hacia áreas consideradas más seguras. Las autoridades iraníes han implementado alertas de evacuación para diversas zonas de la capital ante la posibilidad de nuevos bombardeos israelíes. En respuesta, Irán ha advertido sobre la posibilidad de atacar infraestructuras militares en Tel Aviv si la situación no mejora. Ante el creciente clamor internacional por la paz, el futuro del programa nuclear iraní y las dinámicas regionales siguen en una frágil balanza.