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La encrucijada del plan de paz de Trump en Gaza: entre la tregua y la violencia constante
Los esfuerzos por alcanzar la estabilidad en la Franja se ven amenazados por la continua violencia y la falta de compromisos claros.
Publicado: 15 de diciembre de 2025, 01:58
Desde que se implementó la tregua en Gaza en octubre de 2023, la situación ha permanecido frágil y llena de tensiones. El plan de paz propuesto por la administración de Donald Trump, que contempla un alto el fuego y el desarme de Hamás, se encuentra en un punto crítico. A pesar de la intención de avanzar hacia la segunda fase del acuerdo entre Israel y Hamás, las operaciones militares continúan, resultando en la muerte de cientos de palestinos, lo que cuestiona la efectividad del alto el fuego.
El Ejército israelí ha llevado a cabo bombardeos en Gaza a pesar de la tregua, alegando que estos ataques están dirigidos contra objetivos de Hamás que amenazan la seguridad israelí. Esta narrativa ha sido rebatida por múltiples fuentes que documentan la muerte de palestinos inocentes, lo que provoca la indignación de la comunidad internacional y critica la falta de cumplimiento de los compromisos establecidos en el acuerdo de paz.
Recientemente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció la eliminación de Raad Saad, considerado el número dos de las milicias de Hamás, en un ataque aéreo en Gaza. Saad ha sido descrito por las fuerzas israelíes como un arquitecto del ataque del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la ofensiva actual, marcando así un importante desarrollo en el conflicto. Según informes, su muerte se produjo durante un bombardeo en un vehículo cerca del cruce de Nabulsi, lo que el gobierno israelí justificó como una operación necesaria en respuesta a actos de violencia previos de Hamás. Hamás ha denunciado el ataque como una violación del acuerdo de alto el fuego, lo que subraya la fragilidad de la tregua y las tensiones persistentes en la región.
La comunidad internacional continúa presionando para que se respete el cese de hostilidades; sin embargo, la muerte de Saad podría desencadenar una nueva escalada de violencia. Qatar y otros mediadores han sido fundamentales en este proceso, pero enfrentan dificultades para impulsar el desarme de Hamás, que exige garantías de seguridad y la finalización de la ocupación israelí. A medida que la violencia persiste y las expectativas de una paz duradera se desvanecen, las tensiones siguen en aumento mientras que Estados Unidos continúa presionando por una segunda fase del plan de paz. No obstante, muchos expertos consideran que este acuerdo no es adecuado para lograr la estabilidad a largo plazo en la región.
El Ejército israelí ha llevado a cabo bombardeos en Gaza a pesar de la tregua, alegando que estos ataques están dirigidos contra objetivos de Hamás que amenazan la seguridad israelí. Esta narrativa ha sido rebatida por múltiples fuentes que documentan la muerte de palestinos inocentes, lo que provoca la indignación de la comunidad internacional y critica la falta de cumplimiento de los compromisos establecidos en el acuerdo de paz.
Recientemente, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció la eliminación de Raad Saad, considerado el número dos de las milicias de Hamás, en un ataque aéreo en Gaza. Saad ha sido descrito por las fuerzas israelíes como un arquitecto del ataque del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la ofensiva actual, marcando así un importante desarrollo en el conflicto. Según informes, su muerte se produjo durante un bombardeo en un vehículo cerca del cruce de Nabulsi, lo que el gobierno israelí justificó como una operación necesaria en respuesta a actos de violencia previos de Hamás. Hamás ha denunciado el ataque como una violación del acuerdo de alto el fuego, lo que subraya la fragilidad de la tregua y las tensiones persistentes en la región.
La comunidad internacional continúa presionando para que se respete el cese de hostilidades; sin embargo, la muerte de Saad podría desencadenar una nueva escalada de violencia. Qatar y otros mediadores han sido fundamentales en este proceso, pero enfrentan dificultades para impulsar el desarme de Hamás, que exige garantías de seguridad y la finalización de la ocupación israelí. A medida que la violencia persiste y las expectativas de una paz duradera se desvanecen, las tensiones siguen en aumento mientras que Estados Unidos continúa presionando por una segunda fase del plan de paz. No obstante, muchos expertos consideran que este acuerdo no es adecuado para lograr la estabilidad a largo plazo en la región.