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La detención del expresidente surcoreano Yoon Suk-yeol por su intento fallido de imponer la ley marcial abre un nuevo capítulo en la política del país

Yoon enfrenta múltiples cargos por su accionar en diciembre y su reciente arresto refleja tensiones políticas en Corea del Sur.

Publicado: 10 de julio de 2025, 12:22

El expresidente surcoreano Yoon Suk-yeol ha sido detenido por segunda vez, evidenciando una crisis política profunda en el país. La decisión de arrestarlo ha sido dictada por el Tribunal del Distrito Central de Seúl debido a varios cargos graves, incluyendo abuso de autoridad, falsificación de documentos oficiales y obstrucción de funciones públicas. Este hecho se relaciona directamente con su intento fallido de declarar la ley marcial en diciembre de 2024.

Yoon, quien fue destituido en abril de 2025 tras ser acusado de un intento ilegal de tomar el control del gobierno, ha enfrentado un cariocircular de graves acusaciones. Las investigaciones han revelado que Yoon organizó una reunión con solo 10 de los 19 ministros de su gabinete, excluyendo a los que podrían oponerse a su acción. La reunión, que solo duró unos minutos, fue presentada como una deliberación completa para legitimar su decreto de ley marcial, a pesar de que la Constitución exigía la unanimidad del gabinete.

Las imputaciones contra él han sido amplias. Se le acusa de manipulación de pruebas, entre ellas la falsificación de actas y la redacción de documentos que aparentaran legalidad. Según la fiscalía, Yoon también habría instado a su equipo de seguridad a usar su armamento para intimidar a los agentes que intentaban arrestarlo. Este contexto ha suscitado un importante debate en un país que ha experimentado un fuerte proceso de democratización desde la década de 1980.