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La crisis económica en Cuba se agrava: déficit de viviendas y contracción del PIB evidencian un país en declive
Con un déficit habitacional de más de 800.000 viviendas y un PIB que contrajo un 1,1% en 2024, la situación social y económica del país es alarmante.
Publicado: 15 de julio de 2025, 12:23
En los últimos años, Cuba ha sido testigo de un deterioro económico continuo que se refleja en múltiples frentes, desde la crisis habitacional hasta la caída del Producto Interno Bruto (PIB). En un informe reciente del Ministerio de Construcción, se detalló que el déficit de viviendas en el país asciende a 805.583, lo que ha contribuido a un notable aumento de la preocupación sobre la calidad y seguridad de la vivienda.
La economía cubana certificó una nueva contracción del PIB del 1,1% durante el año 2024. Esta caída es especialmente preocupante ya que representa la segunda disminución consecutiva, afectando gravemente a la disponibilidad de productos básicos, servicios y calidad de vida para los cubanos. Informes señalan que la crisis económica ha resultado en interminables apagones y una inflación extrema, complicando aún más el escenario económico.
En este contexto crítico, la reciente renuncia de Marta Elena Feitó, ministra del Trabajo, se inscribe como un reflejo de la creciente tensión social. Feitó dimitió tras hacer controversiales declaraciones sobre la pobreza y la mendicidad en Cuba, afirmando que en el país no hay mendigos, sino personas “disfrazadas” que buscan un modo de vida fácil. El presidente Miguel Díaz-Canel criticó públicamente su enfoque, lo que ha intensificado la sensación de crisis política junto a la crisis económica. La pobreza extrema en Cuba se sitúa actualmente en un alarmante 89%, según cifras del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, lo que subraya la desconexión entre los dirigentes y las realidades de la vida cotidiana de los ciudadanos.
El deterioro de la infraestructura habitacional y la caída en el rendimiento económico están interrelacionados, con críticas al gobierno por priorizar la construcción de hoteles de lujo sobre las necesidades habitacionales. En este contexto de crisis, los cubanos enfrentan un futuro incierto, a la espera de mejoras que puedan surgir con medidas adecuadas.
La economía cubana certificó una nueva contracción del PIB del 1,1% durante el año 2024. Esta caída es especialmente preocupante ya que representa la segunda disminución consecutiva, afectando gravemente a la disponibilidad de productos básicos, servicios y calidad de vida para los cubanos. Informes señalan que la crisis económica ha resultado en interminables apagones y una inflación extrema, complicando aún más el escenario económico.
En este contexto crítico, la reciente renuncia de Marta Elena Feitó, ministra del Trabajo, se inscribe como un reflejo de la creciente tensión social. Feitó dimitió tras hacer controversiales declaraciones sobre la pobreza y la mendicidad en Cuba, afirmando que en el país no hay mendigos, sino personas “disfrazadas” que buscan un modo de vida fácil. El presidente Miguel Díaz-Canel criticó públicamente su enfoque, lo que ha intensificado la sensación de crisis política junto a la crisis económica. La pobreza extrema en Cuba se sitúa actualmente en un alarmante 89%, según cifras del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, lo que subraya la desconexión entre los dirigentes y las realidades de la vida cotidiana de los ciudadanos.
El deterioro de la infraestructura habitacional y la caída en el rendimiento económico están interrelacionados, con críticas al gobierno por priorizar la construcción de hoteles de lujo sobre las necesidades habitacionales. En este contexto de crisis, los cubanos enfrentan un futuro incierto, a la espera de mejoras que puedan surgir con medidas adecuadas.