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La crisis de los desalojados del Instituto B9 en Badalona: diez días en la intemperie y la intervención de colectivos sociales
La situación de las personas afectadas por el desalojo del B9 ha generado críticas hacia la gestión municipal y una creciente solidaridad vecinal.
Publicado: 29 de diciembre de 2025, 11:43
Tras el desalojo del antiguo Instituto B9 en Badalona, cerca de 60 personas han estado viviendo bajo el puente de la C-31, enfrentando condiciones extremas de frío y lluvia durante más de diez días. Este grupo se encontraba originalmente en un espacio ocupado que albergaba a unas 400 personas, pero el operativo de desalojo, ordenado por el Ayuntamiento, ha dejado a los afectados en una situación crítica.
Las quejas sobre la gestión del desalojo han crecido, especialmente hacia el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, quien ha sido acusado de desatender las necesidades de los afectados y de no movilizar recursos suficientes para proporcionar alojamiento alternativo. Mientras tanto, algunos de los desalojados han recibido comida, agua y mantas de manos de vecinos solidarios y organizaciones civiles. Sin embargo, muchos de ellos siguen sin un lugar seguro al que acudir.
La Generalitat, bajo la dirección de la consellera de Derechos Sociales e Inclusión, Mònica Martínez Bravo, logró realojar a un número significativo de personas, pero los afectados han expresado su desconfianza hacia las soluciones ofrecidas. Organizaciones como Badalona Acull han señalado que la situación es "inhumana" y se han intensificado las críticas a la administración municipal por su falta de preparación y apoyo hacia los que han quedado en la calle. El clima adverso ha agravado la situación, con temperaturas que han llegado a los 8 grados, amenazando la salud y el bienestar de estas personas.
Las quejas sobre la gestión del desalojo han crecido, especialmente hacia el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, quien ha sido acusado de desatender las necesidades de los afectados y de no movilizar recursos suficientes para proporcionar alojamiento alternativo. Mientras tanto, algunos de los desalojados han recibido comida, agua y mantas de manos de vecinos solidarios y organizaciones civiles. Sin embargo, muchos de ellos siguen sin un lugar seguro al que acudir.
La Generalitat, bajo la dirección de la consellera de Derechos Sociales e Inclusión, Mònica Martínez Bravo, logró realojar a un número significativo de personas, pero los afectados han expresado su desconfianza hacia las soluciones ofrecidas. Organizaciones como Badalona Acull han señalado que la situación es "inhumana" y se han intensificado las críticas a la administración municipal por su falta de preparación y apoyo hacia los que han quedado en la calle. El clima adverso ha agravado la situación, con temperaturas que han llegado a los 8 grados, amenazando la salud y el bienestar de estas personas.