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La crisis de los cribados de cáncer de mama en Andalucía socava la imagen de Moreno Bonilla y agita el clima político regional

La gestión del presidente andaluz enfrenta críticas por el deterioro del sistema sanitario mientras su sueño presidencial se desmorona.

Publicado: 25 de octubre de 2025, 06:45

La crisis en los cribados del cáncer de mama en Andalucía ha revelado deficiencias en el sistema de salud pública y ha impactado negativamente en la reputación política de Juan Manuel Moreno Bonilla. Miles de mujeres han sido afectadas por errores administrativos, aumentando la presión sobre el Gobierno de la Junta y evidenciando problemas sanitarios y de gestión política.

Las críticas se han dirigido hacia Moreno Bonilla y su consejero de Salud, Antonio Sanz, quienes han enfrentado cuestionamientos por sus respuestas inadecuadas ante la crisis, además de un desprecio hacia las víctimas y organizaciones afectadas. En este contexto, la actitud de Sanz ha generado controversia tras ser señalado por su gestión en otros campos, como los incendios forestales, y por visitar un festejo taurino en el Día Internacional del Cáncer de Mama. La falta de personal en el Servicio Andaluz de Salud ha contribuido también a la alarmante situación, revelando un problema subyacente en la atención sanitaria en la región.

La crisis de los cribados no solo derrumba el relato del 'milagro andaluz', sino que pone en evidencia la gestión política centrada más en la imagen que en la sustancia. La crítica del Gobierno a las víctimas, acusándolas de crear alarma social, así como la difusión de un vídeo que intentó desacreditar a asociaciones feministas, ha generado un clima de creciente tensión en la Junta. Su incapacidad para manejar adecuadamente la situación afecta directamente su aspiración presidencial y la confianza pública en su liderazgo.

Se estima que en Andalucía, uno de cada tres euros del presupuesto sanitario se destina a empresas privadas, lo que ha conducido a un deterioro generalizado del sistema de salud. Además, la escasez de profesionales ha llevado a que más de dos millones de andaluces se encuentren en lista de espera, con demoras que en otros lugares, como el País Vasco, son considerablemente menores. La oposición, principalmente el PSOE, ha criticado abiertamente la gestión de la crisis, señalando que esta situación evidencia un deterioro estructural de la sanidad pública que podría afectar las elecciones venideras. Los ataques del Gobierno a las víctimas y la falta de reconocimiento de los errores no son tolerables y generan un clima de rechazo hacia el PP.