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La confrontación entre Trump y Newsom: despliegue militar ante las protestas en Los Ángeles por políticas migratorias
El presidente Trump ordena el despliegue de la Guardia Nacional en medio de protestas pacíficas, mientras Newsom lanza una demanda por su legalidad.
Publicado: 10 de junio de 2025, 04:40
La ciudad de Los Ángeles se ha convertido en el epicentro de tensiones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el gobernador de California, Gavin Newsom, tras el despliegue de la Guardia Nacional por Trump en respuesta a las protestas contra las redadas migratorias del ICE. Desde el anuncio de estos despliegues, las movilizaciones han crecido, alcanzando a 5.000 efectivos, incluyendo 700 marines, lo que ha intensificado el malestar entre los ciudadanos. No obstante, tras cuatro días de manifestaciones, muchas de las cuales han sido pacíficas, se ha confirmado que Trump movilizó otros 2.000 miembros de la Guardia Nacional, elevando el total a cerca de 4.000.
La situación ha derivado en disturbios que han dejado más de 150 arrestos en Los Ángeles y San Francisco, con enfrentamientos directos entre la policía y los manifestantes. La Policía ha dispersado protestas usando granadas aturdidoras y balas de goma, lo que ha generado alarmas entre defensores de derechos humanos, quienes critican que la presencia militar exacerba las tensiones en lugar de mitigarlas. Durante estas manifestaciones, muchos ciudadanos han portado banderas de diversas naciones y han exigido la liberación de aquellos detenidos en redadas.
La acción ha sido calificada de 'ilegal' por Newsom, quien ha presentado una demanda contra el gobierno federal, argumentando que infringe la soberanía del estado y representa un abuso de poder. Esta intervención marca un precedente, ya que es la primera vez desde 1965 que un presidente activa la Guardia Nacional sin el consentimiento del gobernador. La respuesta de Newsom se ha caracterizado por pedir la revocación de la acción de Trump, quien ha descalificado a los manifestantes como 'agitadores profesionales'.
Las protestas en otras ciudades como Nueva York, Filadelfia, San Francisco, Atlanta y Austin también han tenido lugar, reflejando un malestar creciente por las políticas inmigratorias del actual gobierno. La escalada de tensiones ha llevado a acusaciones cruzadas, donde ambos líderes resaltan sus posturas opuestas sobre la migración y los derechos civiles. Trump, incluso, no ha descartado invocar la Ley de Insurrección para frenar las protestas, lo que ha sido percibido como un intento de militarizar aún más la respuesta a lo que califica como una insurrección contra su gobierno. Además, California ha anunciado que está considerando acciones legales adicionales para intentar frenar lo que consideran un despliegue ilegal y proteger a sus ciudadanos ante una administración que ha sido calificada de autoritaria por sus opositores.
La situación ha derivado en disturbios que han dejado más de 150 arrestos en Los Ángeles y San Francisco, con enfrentamientos directos entre la policía y los manifestantes. La Policía ha dispersado protestas usando granadas aturdidoras y balas de goma, lo que ha generado alarmas entre defensores de derechos humanos, quienes critican que la presencia militar exacerba las tensiones en lugar de mitigarlas. Durante estas manifestaciones, muchos ciudadanos han portado banderas de diversas naciones y han exigido la liberación de aquellos detenidos en redadas.
La acción ha sido calificada de 'ilegal' por Newsom, quien ha presentado una demanda contra el gobierno federal, argumentando que infringe la soberanía del estado y representa un abuso de poder. Esta intervención marca un precedente, ya que es la primera vez desde 1965 que un presidente activa la Guardia Nacional sin el consentimiento del gobernador. La respuesta de Newsom se ha caracterizado por pedir la revocación de la acción de Trump, quien ha descalificado a los manifestantes como 'agitadores profesionales'.
Las protestas en otras ciudades como Nueva York, Filadelfia, San Francisco, Atlanta y Austin también han tenido lugar, reflejando un malestar creciente por las políticas inmigratorias del actual gobierno. La escalada de tensiones ha llevado a acusaciones cruzadas, donde ambos líderes resaltan sus posturas opuestas sobre la migración y los derechos civiles. Trump, incluso, no ha descartado invocar la Ley de Insurrección para frenar las protestas, lo que ha sido percibido como un intento de militarizar aún más la respuesta a lo que califica como una insurrección contra su gobierno. Además, California ha anunciado que está considerando acciones legales adicionales para intentar frenar lo que consideran un despliegue ilegal y proteger a sus ciudadanos ante una administración que ha sido calificada de autoritaria por sus opositores.