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La condena de Jimmy Lai en Hong Kong marca un nuevo capítulo en la lucha por la libertad de prensa y los derechos humanos
El empresario y activista prodemocracia enfrenta hasta cadena perpetua por conspiración y sedición, en un juicio criticado internacionalmente.
Publicado: 16 de diciembre de 2025, 18:27
Jimmy Lai, un prominente empresario y activista por la democracia en Hong Kong, ha sido declarado culpable por el Tribunal Supremo de la ciudad de dos cargos graves: conspiración con fuerzas extranjeras y sedición, un veredicto que podría costarle la cadena perpetua. Esta decisión, anunciada en medio de un amplio despliegue mediático, culmina un proceso judicial de cinco años que ha estado marcado por elevadas tensiones políticas y denuncias de motivaciones políticas detrás de las acusaciones.
La jueza Esther Toh subrayó que Lai había conspirado con otros para socavar la seguridad nacional, lo que ha generado reacciones airadas tanto dentro como fuera de Hong Kong, al ser vista como una clara amenaza a la libertad de prensa. La ministra de Exteriores del Reino Unido, Yvette Cooper, y otros líderes internacionales han criticado la condena, describiéndola como un juicio motivado políticamente y una farsa que atenta contra las libertades civiles de Hong Kong.
Más allá de la condena, el régimen de Lai ha suscitado una reacción diplomática internacional. El presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro británico, Keir Starmer, han expresado sus preocupaciones sobre el caso, que reflejan el deterioro de la autonomía y los derechos humanos en Hong Kong. A medida que se espera el fallo definitivo en enero del próximo año, la situación de Lai se ha convertido en un indicador de la salud del estado de derecho y la libertad de expresión en la región.
La jueza Esther Toh subrayó que Lai había conspirado con otros para socavar la seguridad nacional, lo que ha generado reacciones airadas tanto dentro como fuera de Hong Kong, al ser vista como una clara amenaza a la libertad de prensa. La ministra de Exteriores del Reino Unido, Yvette Cooper, y otros líderes internacionales han criticado la condena, describiéndola como un juicio motivado políticamente y una farsa que atenta contra las libertades civiles de Hong Kong.
Más allá de la condena, el régimen de Lai ha suscitado una reacción diplomática internacional. El presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro británico, Keir Starmer, han expresado sus preocupaciones sobre el caso, que reflejan el deterioro de la autonomía y los derechos humanos en Hong Kong. A medida que se espera el fallo definitivo en enero del próximo año, la situación de Lai se ha convertido en un indicador de la salud del estado de derecho y la libertad de expresión en la región.