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La Comisión Europea cede ante presiones y modifica la prohibición de coches de combustión, generando controversia en toda Europa
La decisión ha suscitado críticas y apoyo en la esfera política, destacando tensiones entre los compromisos climáticos y la industria automovilística.
Publicado: 31 de diciembre de 2025, 11:52
La reciente decisión de la Comisión Europea de modificar la prohibición de comercialización de coches de combustión a partir de 2035 ha generado un intenso debate en el continente. Originalmente, la legislación europea exigía una prohibición total sobre la venta de vehículos nuevos que emitan dióxido de carbono, parte de un esfuerzo por reducir la huella de carbono del sector automotriz y cumplir con los objetivos ambientales establecidos en el Pacto Verde Europeo. Sin embargo, bajo la presión de la industria automovilística de Alemania e Italia, Bruselas ha decidido permitir la continuidad de la producción de coches de combustión.
La propuesta ahora permite, de forma limitada, que los fabricantes mantengan un 10% de las emisiones de CO2 permitidas en 2021, en lugar de imponer el 100% de reducción previamente acordado. Además, se abre la posibilidad para que ciertos híbridos enchufables y vehículos que utilicen combustibles renovables continúen comercializándose después de 2035. Este cambio ha sido visto por algunos como un retroceso en la lucha contra el cambio climático, lo que ha provocado la ira de diversas organizaciones ecologistas. Entre las voces críticas se destaca la postura del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien calificó la decisión de "error histórico". Por otro lado, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) dio la bienvenida a la flexibilidad en las normas, argumentando que son necesarias para asegurar la competencia frente a fabricantes no europeos.
A medida que la discusión avanza, se prevé que el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE participen en la tramitación de estas propuestas, lo cual podría alterar aún más el equilibrio entre la política ambiental y las necesidades del sector automotriz frente a eventos como la guerra en Ucrania y el contexto económico global.
La propuesta ahora permite, de forma limitada, que los fabricantes mantengan un 10% de las emisiones de CO2 permitidas en 2021, en lugar de imponer el 100% de reducción previamente acordado. Además, se abre la posibilidad para que ciertos híbridos enchufables y vehículos que utilicen combustibles renovables continúen comercializándose después de 2035. Este cambio ha sido visto por algunos como un retroceso en la lucha contra el cambio climático, lo que ha provocado la ira de diversas organizaciones ecologistas. Entre las voces críticas se destaca la postura del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien calificó la decisión de "error histórico". Por otro lado, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) dio la bienvenida a la flexibilidad en las normas, argumentando que son necesarias para asegurar la competencia frente a fabricantes no europeos.
A medida que la discusión avanza, se prevé que el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE participen en la tramitación de estas propuestas, lo cual podría alterar aún más el equilibrio entre la política ambiental y las necesidades del sector automotriz frente a eventos como la guerra en Ucrania y el contexto económico global.