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La Casa Blanca difunde propaganda supremacista llamando a los ciudadanos a denunciar a inmigrantes indocumentados
El mensaje provocador, que utiliza la figura del Tío Sam, genera reacciones de repudio y preocupación en medio de la violencia y las protestas sociales.
Publicado: 12 de junio de 2025, 13:08
En un momento de alta tensión social en Estados Unidos, la Casa Blanca ha compartido un cartel que evoca la figura del Tío Sam, instando a los ciudadanos a 'ayudar a su país' y a 'denunciar a los invasores extranjeros', en referencia a los inmigrantes indocumentados. Esta acción ha sido vista como una amplificación de un mensaje supremacista promovido por un usuario en redes sociales conocido como Mr. Robert. El cartel, que se vende a 17,95 dólares, coincide con la política antiinmigrante del presidente Donald Trump y busca alcanzar una cuota de 3.000 detenciones diarias.
El mensaje presentado en el cartel refleja una ideología que lleva tiempo resonando en la administración Trump, la cual ha apostado por una retórica que ha cambiado el rumbo del debate sobre la inmigración en Estados Unidos. Las protestas contra las políticas migratorias de Trump han crecido significativamente, con manifestaciones en ciudades como Los Ángeles y Nueva York, desafiando las redadas del ICE.
Las reacciones ante la difusión del cartel han sido mixtas, con algunos denunciando un creciente supremacismo blanco en las instituciones gubernamentales, y otros apoyando la iniciativa como una legítima forma de protección nacional. El hecho de que un mensaje de este tipo sea respaldado oficialmente marca un nuevo nivel en la polarización cultural y política que enfrenta el país, en un contexto de creciente violencia racista.
El mensaje presentado en el cartel refleja una ideología que lleva tiempo resonando en la administración Trump, la cual ha apostado por una retórica que ha cambiado el rumbo del debate sobre la inmigración en Estados Unidos. Las protestas contra las políticas migratorias de Trump han crecido significativamente, con manifestaciones en ciudades como Los Ángeles y Nueva York, desafiando las redadas del ICE.
Las reacciones ante la difusión del cartel han sido mixtas, con algunos denunciando un creciente supremacismo blanco en las instituciones gubernamentales, y otros apoyando la iniciativa como una legítima forma de protección nacional. El hecho de que un mensaje de este tipo sea respaldado oficialmente marca un nuevo nivel en la polarización cultural y política que enfrenta el país, en un contexto de creciente violencia racista.