Progresista 64.5%Conservador 35.5%
La ausencia del presidente de Castilla y León y su consejero en medio de incendios genera críticas en la comunidad
El presidente Alfonso Mañueco y el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones se encontraban en eventos institucionales lejos de las llamas que arrasan León.
Publicado: 11 de agosto de 2025, 19:22
En medio de una de las mayores crisis de incendios en la provincia de León, la ausencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y su consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha desatado una oleada de críticas. Mientras el fuego arrasaba zonas cercanas al Patrimonio de la Humanidad, ambos líderes se encontraban lejos de la emergencia, lo que ha levantado cuestionamientos sobre su gestión y compromiso en esta crisis.
Mañueco se encontraba de vacaciones en Cádiz y solo emitió un mensaje a través de redes sociales, lo que generó desconfianza entre los ciudadanos. Suárez-Quiñones justificó su ausencia al decir que "comer es una obligación para estar en condiciones", lo que fue recibido con escepticismo. La situación ha llevado a cuestionar las políticas de prevención de incendios y la gestión ambiental del gobierno regional.
La falta de respuesta rápida ante la crisis ha provocado gran preocupación entre los residentes, quienes se sienten abandonados. La crítica situación forestal y la inacción de los dirigentes han evidenciado la tensión entre las autoridades políticas y la comunidad afectada por los incendios. En tanto, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha recriminado a Mañueco su ausencia, señalando que "en Castilla y León, la cosa está calentita" mientras el presidente disfrutaba de sol en la costa gaditana. Puente incluso mencionó que el fuego en Tarifa "le pilla más cerca" y sugirió que podría ayudar a su homólogo andaluz, Juanma Moreno, antes que a su propia comunidad.
Las demandas de los políticos de la oposición han sido intensas, con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, exigiendo el cese de Puente por bromear con la situación grave que se vive. "Si un ministro de mi Gobierno bromeara con el sufrimiento de un pueblo asediado por las llamas, sería cesado de manera inmediata", destacó.
Mientras tanto, la Junta ha declarado la fase de preemergencia ante la situación crítica, que incluye no solo el incendio de Las Médulas, sino otros activos en Ávila, Zamora y Palencia. En declaraciones recientes, Mañueco se comprometió a establecer ayudas para los afectados y acelerar la reconstrucción de lo perdido. Sin embargo, las críticas continúan, señalando que su gestión ha sido deficiente y que se necesitan inversiones sustanciales para mejorar la prevención en el futuro. Desde la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León se ha denunciado la precariedad y falta de recursos del operativo de incendios, exigiendo un cambio radical en la gestión del fuego y la atención a su reclamo de mejores condiciones laborales.
La falta de una respuesta adecuada hasta el momento ha puesto en la mira de la opinión pública la eficacia del gobierno autonómico, invitando a la reflexión sobre cómo se enfrentarán a los desafíos climáticos y estructurales que afectan cada año a la comunidad.
Mañueco se encontraba de vacaciones en Cádiz y solo emitió un mensaje a través de redes sociales, lo que generó desconfianza entre los ciudadanos. Suárez-Quiñones justificó su ausencia al decir que "comer es una obligación para estar en condiciones", lo que fue recibido con escepticismo. La situación ha llevado a cuestionar las políticas de prevención de incendios y la gestión ambiental del gobierno regional.
La falta de respuesta rápida ante la crisis ha provocado gran preocupación entre los residentes, quienes se sienten abandonados. La crítica situación forestal y la inacción de los dirigentes han evidenciado la tensión entre las autoridades políticas y la comunidad afectada por los incendios. En tanto, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha recriminado a Mañueco su ausencia, señalando que "en Castilla y León, la cosa está calentita" mientras el presidente disfrutaba de sol en la costa gaditana. Puente incluso mencionó que el fuego en Tarifa "le pilla más cerca" y sugirió que podría ayudar a su homólogo andaluz, Juanma Moreno, antes que a su propia comunidad.
Las demandas de los políticos de la oposición han sido intensas, con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, exigiendo el cese de Puente por bromear con la situación grave que se vive. "Si un ministro de mi Gobierno bromeara con el sufrimiento de un pueblo asediado por las llamas, sería cesado de manera inmediata", destacó.
Mientras tanto, la Junta ha declarado la fase de preemergencia ante la situación crítica, que incluye no solo el incendio de Las Médulas, sino otros activos en Ávila, Zamora y Palencia. En declaraciones recientes, Mañueco se comprometió a establecer ayudas para los afectados y acelerar la reconstrucción de lo perdido. Sin embargo, las críticas continúan, señalando que su gestión ha sido deficiente y que se necesitan inversiones sustanciales para mejorar la prevención en el futuro. Desde la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León se ha denunciado la precariedad y falta de recursos del operativo de incendios, exigiendo un cambio radical en la gestión del fuego y la atención a su reclamo de mejores condiciones laborales.
La falta de una respuesta adecuada hasta el momento ha puesto en la mira de la opinión pública la eficacia del gobierno autonómico, invitando a la reflexión sobre cómo se enfrentarán a los desafíos climáticos y estructurales que afectan cada año a la comunidad.