Progresista 100%Conservador 0%
La Audiencia Nacional confirma el fraude fiscal de Carlos Herrera por más de 2 millones de euros
El locutor utilizó un entramado de empresas para evadir impuestos entre 2006 y 2007, según la sentencia judicial.
Publicado: 24 de abril de 2025, 21:46
La Audiencia Nacional ha confirmado que Carlos Herrera, conocido locutor de radio en España, dejó de tributar más de 2 millones de euros a través de un entramado empresarial. La sentencia desestima el recurso del periodista y asegura que durante los ejercicios fiscales de 2006 y 2007, Herrera utilizó al menos cuatro sociedades para canalizar sus ingresos, evitando pagar el impuesto correspondiente por su trabajo personal.
Según los informes de la Agencia Tributaria, el periodista ingresó más de 3,7 millones de euros durante esos años, aunque solo declaró una fracción como renta personal. En lugar de tributar a los tipos más altos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), los ingresos se facturaron a través de sus empresas, las cuales se consideraron meramente gestoras de cobro. La Audiencia Nacional respaldó lo previamente señalado por el Tribunal Supremo en 2023, que ya había determinado que la actividad de Herrera era 'personalísima' y no podía delegarse a una sociedad.
La sentencia indica que las empresas de Herrera no aportaban valor añadido y que el verdadero esfuerzo detrás de los trabajos facturados era exclusivamente del locutor. Este tipo de prácticas ha suscitado un intenso debate en España sobre la equidad fiscal y cómo algunos individuos logran eludir sus responsabilidades tributarias mediante estructuras complejas, mientras que la ciudadanía en general se enfrenta a cargas fiscales más altas.
Según los informes de la Agencia Tributaria, el periodista ingresó más de 3,7 millones de euros durante esos años, aunque solo declaró una fracción como renta personal. En lugar de tributar a los tipos más altos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), los ingresos se facturaron a través de sus empresas, las cuales se consideraron meramente gestoras de cobro. La Audiencia Nacional respaldó lo previamente señalado por el Tribunal Supremo en 2023, que ya había determinado que la actividad de Herrera era 'personalísima' y no podía delegarse a una sociedad.
La sentencia indica que las empresas de Herrera no aportaban valor añadido y que el verdadero esfuerzo detrás de los trabajos facturados era exclusivamente del locutor. Este tipo de prácticas ha suscitado un intenso debate en España sobre la equidad fiscal y cómo algunos individuos logran eludir sus responsabilidades tributarias mediante estructuras complejas, mientras que la ciudadanía en general se enfrenta a cargas fiscales más altas.