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La ampliación del Aeropuerto de El Prat: un ambicioso proyecto que generará tensiones políticas y respaldo empresarial
La Generalitat prevé invertir 3.200 millones de euros para convertir El Prat en un hub intercontinental, generando controversias ambientales y políticas.
Publicado: 11 de junio de 2025, 12:42
La ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat se ha transformado en un punto focal de la política catalana, con un proyecto que implica una inversión de 3.200 millones de euros, consensuado entre la Generalitat y Aena. El plan busca incrementar la capacidad del aeropuerto hasta 90 operaciones por hora y más de 70 millones de pasajeros anuales, después de un estancamiento de cuatro años debido a tensiones políticas y preocupaciones ambientales.
Aunque la Generalitat defiende la ampliación como una necesidad para mejorar la conectividad, el proyecto enfrenta críticas significativas por su potencial impacto en el medio ambiente, especialmente en áreas protegidas. La oposición de partidos como ERC y los Comuns ha cuestionado la viabilidad política de la iniciativa, insistiendo en el control local del aeropuerto y expresando preocupaciones sobre la gestión actual por parte de Aena. A pesar de esto, el sector empresarial muestra un apoyo considerable, destacando la importancia de un aeropuerto competitivo para el crecimiento económico catalán.
Los desafíos políticos son no obstante significativos. Illa ha optado por avanzar sin una votación en el Parlament, lo que ha incrementado las tensiones con sus aliados de izquierda. A medida que se avanza en el proyecto, se hace evidente la necesidad de equilibrar el crecimiento turístico con otras preocupaciones sociales, como la crisis de vivienda, que podrían impactar en la estabilidad del gobierno.
Aunque la Generalitat defiende la ampliación como una necesidad para mejorar la conectividad, el proyecto enfrenta críticas significativas por su potencial impacto en el medio ambiente, especialmente en áreas protegidas. La oposición de partidos como ERC y los Comuns ha cuestionado la viabilidad política de la iniciativa, insistiendo en el control local del aeropuerto y expresando preocupaciones sobre la gestión actual por parte de Aena. A pesar de esto, el sector empresarial muestra un apoyo considerable, destacando la importancia de un aeropuerto competitivo para el crecimiento económico catalán.
Los desafíos políticos son no obstante significativos. Illa ha optado por avanzar sin una votación en el Parlament, lo que ha incrementado las tensiones con sus aliados de izquierda. A medida que se avanza en el proyecto, se hace evidente la necesidad de equilibrar el crecimiento turístico con otras preocupaciones sociales, como la crisis de vivienda, que podrían impactar en la estabilidad del gobierno.