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La adaptación de los osos polares y pardos ante la presión humana y el cambio climático revela un fenómeno evolutivo importante
Investigaciones recientes presentan cambios en la conducta y genética de dos especies de osos en respuesta a la crisis ecológica.
Publicado: 28 de diciembre de 2025, 11:57
Las investigaciones científicas han evidenciado que los osos, tanto polares como pardos, están cambiando su comportamiento y genética debido a la intensa presión humana y el cambio climático. Un estudio reciente muestra que los osos polares, uno de los símbolos del cambio climático, están experimentando adaptaciones genéticas críticas para su supervivencia, con poblaciones en Groenlandia mostrando actividad de "genes saltarines" que les ayudan a ajustar su metabolismo ante el estrés térmico del calentamiento global.
El cambio climático está afectando al Ártico, con una reducción de hielo marino que impacta en la caza de focas, su principal fuente de alimento. Sin intervención, se prevé la desaparición de dos tercios de los osos polares antes de 2050. Por otro lado, los osos pardos en los Apeninos de Italia están mostrando modificaciones en su comportamiento y genética, volviéndose más dóciles y pequeños debido a la caza selectiva, lo que ha derivado en un aislamiento genético y menor diversidad poblacional.
Ambas especies enfrentan desafíos significativos por el cambio climático y la intervención humana. Es crucial conservar y estudiar las variaciones genéticas de estas poblaciones para evitar un daño ambiental irreversible que amenace su existencia.
El cambio climático está afectando al Ártico, con una reducción de hielo marino que impacta en la caza de focas, su principal fuente de alimento. Sin intervención, se prevé la desaparición de dos tercios de los osos polares antes de 2050. Por otro lado, los osos pardos en los Apeninos de Italia están mostrando modificaciones en su comportamiento y genética, volviéndose más dóciles y pequeños debido a la caza selectiva, lo que ha derivado en un aislamiento genético y menor diversidad poblacional.
Ambas especies enfrentan desafíos significativos por el cambio climático y la intervención humana. Es crucial conservar y estudiar las variaciones genéticas de estas poblaciones para evitar un daño ambiental irreversible que amenace su existencia.