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Kiko Rivera e Irene Rosales confirman su separación tras once años, marcando un cambio significativo en su vida privada y mediática.
La decisión ha sido meditada y tomada en un contexto de respeto y cordialidad, sin implicar infidelidades.
Publicado: 27 de agosto de 2025, 19:08
Kiko Rivera e Irene Rosales han confirmado su separación después de once años de relación, un anuncio que ha generado gran interés mediático debido a la naturaleza pública de su vida. Rivera anunció la ruptura en sus redes sociales, explicando que no pretende hablar de su vida privada en televisión, marcando un claro distanciamiento de sus anteriores comportamientos, donde a menudo ofrecía exclusivas sobre su vida personal.
El comunicado de Rivera destaca su deseo de proteger a sus hijas, Ana y Carlota, y la importancia de mantener una relación cordial con su exesposa, a pesar de la separación. A lo largo de la relación, ambos han enfrentado varios desafíos, incluyendo la muerte de familiares y dificultades personales. Uno de los aspectos más relevantes de esta ruptura es la intención de Kiko de mantenerse alejado de los platós de televisión, a pesar de que programas como ¡De viernes! habrían estado interesados en su testimonio.
La separación ha sido confirmada en un momento en que Rivera y Rosales trataban de equilibrar la vida familiar y la exposición pública, desmintiendo rumores de infidelidad que a menudo rodean a las figuras públicas. Esta ruptura se presenta como una oportunidad para crecer individualmente y fortalecerse como co-padres, reafirmando que el amor hacia sus hijos es el hilo que los une.
El comunicado de Rivera destaca su deseo de proteger a sus hijas, Ana y Carlota, y la importancia de mantener una relación cordial con su exesposa, a pesar de la separación. A lo largo de la relación, ambos han enfrentado varios desafíos, incluyendo la muerte de familiares y dificultades personales. Uno de los aspectos más relevantes de esta ruptura es la intención de Kiko de mantenerse alejado de los platós de televisión, a pesar de que programas como ¡De viernes! habrían estado interesados en su testimonio.
La separación ha sido confirmada en un momento en que Rivera y Rosales trataban de equilibrar la vida familiar y la exposición pública, desmintiendo rumores de infidelidad que a menudo rodean a las figuras públicas. Esta ruptura se presenta como una oportunidad para crecer individualmente y fortalecerse como co-padres, reafirmando que el amor hacia sus hijos es el hilo que los une.